España se encuentra entre los países europeos que menos invierte en salud mental, lo que puede limitar el acceso a las terapias más eficaces, tanto farmacológicas como estrategias de intervención. Así lo advirtieron ayer investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), con motivo de la celebración el próximo miércoles del Día Mundial de Salud Mental.
El doctor Celso Arango, director científico de Cibersam y jefe de Servicio del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, explicó que mientras en algunos países europeos la inversión en salud mental se sitúa entre el 13 y el 14% del gasto total en salud, en España apenas llega al 5%. Existe 'la falsa idea' de que el retorno de lo que se invierte en salud mental es menor que el que se genera cuando los recursos se destinan a otras patologías, dijo el doctor Arango, quien precisó que existen estudios que demuestran lo contrario.
'Ahorrar unos pocos euros ahora a la larga va a salir más caro', advirtió. Este investigador insistió en que existe una desproporción entre lo que reciben para investigar otras patologías respecto a las mentales, que sufrieron un recorte del 25 % en los últimos tres años. El doctor Arango incidió en que 'la falta de inversión puede repercutir en un retroceso en el descubrimiento y desarrollo de nuevos tratamientos para estas devastadoras enfermedades'.
Además, resaltó que los trastornos mentales son enfermedades crónicas y afectan a gente muy joven, de forma que la mayoría se desarrollan en la infancia y adolescencia, aunque muchas no se diagnostican hasta la edad adulta.
'Ahorrar unos pocos euros ahora a la larga va a salir más caro', advirtió. Este investigador insistió en que existe una desproporción entre lo que reciben para investigar otras patologías respecto a las mentales, que sufrieron un recorte del 25 % en los últimos tres años. El doctor Arango incidió en que 'la falta de inversión puede repercutir en un retroceso en el descubrimiento y desarrollo de nuevos tratamientos para estas devastadoras enfermedades'.
Además, resaltó que los trastornos mentales son enfermedades crónicas y afectan a gente muy joven, de forma que la mayoría se desarrollan en la infancia y adolescencia, aunque muchas no se diagnostican hasta la edad adulta.
