Galicia emitió en 2008 un 32 por ciento menos de dióxido de carbono respecto a 2007, según los datos de emisiones contaminantes del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).
Las cinco centrales térmicas gallegas son las principales emisoras de este gas en la Comunidad, con más de ocho millones de toneladas y, entre ellas, destaca especialmente la central térmica de ENDESA en As Pontes, responsable en solitario del 58 por ciento del total.
Entre otros emisores principales, destacan también la refinería de Repsol en A Coruña, que emitió más de un millón y medio de toneladas, así como pequeñas empresas vinculadas a la producción de cal, cemento, pasta de papel, cerámicas, vidrio y acero.
La asociación ecologista Verdegaia consideró en un comunicado que la reducción de emisiones de CO2 se debe a la crisis económica, lo que evidencia lo insostenible que es el modelo económico actual y la necesidad de un decrecimiento socialmente sostenible en los países enriquecidos.
A juicio de los ecologistas, otros factores incidentes en la reducción han sido la paralización temporal por reformas que sufrió la central de Meirama (Unión Fenosa), el aumento de los precios de los permisos comercializables de CO2 y carbón, y la incorporación a la red eléctrica de la producción de parques eólicos y de las dos nuevas plantas térmicas de quema de gas natural de As Pontes y Sabón, más eficientes y menos intensivas en emisiones.
Verdegaia aboga por el cierre de las centrales de producción eléctrica a partir de la combustión del carbón, y se muestra especialmente preocupada por la presencia en Galicia de la central de ENDESA en As Pontes, a la que califica de fábrica de muerte por su aportación decisiva al cambio climático mundial.
La asociación solicita al Gobierno gallego que revise el Plan Gallego de Acción contra el Cambio Climático 2008-2012, diseñado por el anterior ejecutivo, para adaptarlo al nuevo escenario de crisis económica y hacerlo mucho más ambicioso.
Entre otros emisores principales, destacan también la refinería de Repsol en A Coruña, que emitió más de un millón y medio de toneladas, así como pequeñas empresas vinculadas a la producción de cal, cemento, pasta de papel, cerámicas, vidrio y acero.
La asociación ecologista Verdegaia consideró en un comunicado que la reducción de emisiones de CO2 se debe a la crisis económica, lo que evidencia lo insostenible que es el modelo económico actual y la necesidad de un decrecimiento socialmente sostenible en los países enriquecidos.
A juicio de los ecologistas, otros factores incidentes en la reducción han sido la paralización temporal por reformas que sufrió la central de Meirama (Unión Fenosa), el aumento de los precios de los permisos comercializables de CO2 y carbón, y la incorporación a la red eléctrica de la producción de parques eólicos y de las dos nuevas plantas térmicas de quema de gas natural de As Pontes y Sabón, más eficientes y menos intensivas en emisiones.
Verdegaia aboga por el cierre de las centrales de producción eléctrica a partir de la combustión del carbón, y se muestra especialmente preocupada por la presencia en Galicia de la central de ENDESA en As Pontes, a la que califica de fábrica de muerte por su aportación decisiva al cambio climático mundial.
La asociación solicita al Gobierno gallego que revise el Plan Gallego de Acción contra el Cambio Climático 2008-2012, diseñado por el anterior ejecutivo, para adaptarlo al nuevo escenario de crisis económica y hacerlo mucho más ambicioso.
