La isla tiene potencial suficiente para brillar todo el año, no se puede consentir que todo se paralice en invierno

Ibiza, una historia y un sueño (Parte I - de los 60 a los 90)

Después de 36 años en Ibiza, en esta isla de grandes civilizaciones y ahora destino turístico mundial, a veces se me rompe el corazón al ver en qué se está convirtiendo. No quiero pensar que la codicia y los intereses logren imponerse definitivamente a la magia y la belleza que Ibiza siempre ha tenido. Esta isla siempre ha enamorado a gente de todo tipo y condición social, convirtiéndola por ello en única en el mundo. La realidad de Ibiza se ha forjado gracias a una pléyade de personajes únicos que han hecho de Ibiza su hogar, su lugar de encuentro, su punto de referencia, su oasis estético.
Llegué a Ibiza en 1979, hacía un año que había abierto la discoteca KU, creada por tres socios vascos, que hicieron de ese local un buque insignia de esta isla, una completa fuente de inspiración. Entonces solo existían pequeñas discotecas como Playboy, abierta al aire libre, que luego se transformó en Playboy2; Es Paradís, también a cielo abierto; Star Club, Extasis, Boucala, Glory´s, Pachá y la sala de fiestas Sa Tanca. Poco después nacieron otros establecimientos que todos acogimos y apoyamos con entusiasmo y que se conviertieron en referentes, como Amnesia, KU Beach y, por supuesto, el Hotel Pykes, que albergaba a todas las estrellas que pasaban por la isla, y el restaurante Dos Lunas. El Hotel Pykes se erigió enseguida en mi centro logístico.

Lo que hacía única a Ibiza en ese momento eran sus valores fundamentales: hospitalidad, tolerancia, generosidad y universalidad de la gente. Los ibicencos se entregaban con devoción al visitante, lo daban todo. La isla era un lugar multicultural, que acogía sin barreras ni prejuicios; todos éramos importantes, ninguno era más que otro. Recuerdo que en aquellos tiempos sentíamos que formábamos parte de un mismo colectivo. Intelectuales, actores, empresarios, aristócratas, cantantes, el pueblo, fusionados en un espíritu universal. Todos eran entusiastas embajadores de la isla y todos hicieron un trabajo silencioso, sin necesidad alguna de reconocimiento. Y muchos fueron los que contribuyeron en la sombra, con su granito de arena, para hacer de Ibiza un lugar único en el mundo.

Me gustaría hacer un rápido repaso cronológico acerca de lo que sucedió en esta isla, su trayectoria desde los años 60 hasta hoy.

Años 60
Movimiento creativo
En los años 60, la cultura hippy encuentra en Ibiza un pequeño paraíso, mezcla de libertad y de misticismo. Comienzan a llegar hippies de todas partes del mundo, creando una corriente creativa a la que aún se rinde homenaje.
Y anclan los pintores, los intelectuales, los artistas y fotógrafos, haciendo de la isla un lugar particular que empezó a atraer el interés del mundo entero. Ibiza era por entonces un reducto natural, siempre envuelto en un aire mágico, donde todo estaba permitido.

Hippies de toda condición, los peluts, como cariñosamente les llamaban los ibicencos, se establecieron aquí y comenzaron a ganarse la vida con sus artesanías y mercadillos ambulantes. Formaron pequeñas comunas en el campo y convirtieron algunos enclaves, como sa Pedrera de Cala d´Hort (rebautizada como ´Atlantis´), Benirràs y Punta Galera en lugares casi sagrados para todos aquellos soñadores que huían del desencanto.
Otros peregrinos importantes recalaron: el grupo Pink Floyd se inspiró en Formentera y se instaló en Ibiza para componer algunas canciones, entre otras ´Ibiza Bar´, del disco ´More´. Artistas como los Bee Gees ensayaban sus nuevas canciones en el bar Ses Guitarres de San Antonio y Cat Stevens entonaba ´Moonshadow´ en las terrazas del puerto de Ibiza. Empezaba un sueño.

Años 70
El ´glamour´
Las discotecas Glory´s y Pachá abanderaron esa etapa. Representaban el espíritu de la isla, con un estilo hippy y cool sin precedentes. Formaron un importante complemento para la isla, pero no dejaban de tener una dimensión de discoteca de pueblo, pero ese era precisamente su encanto. En esos años se organizaron también míticos conciertos, como el del rey del reggae, Bob Marley, en 1978, o los Thin Lizzy y Eric Clapton, todos ellos en la desaparecida plaza de toros€ Conciertos y visitas de grandes estrellas internacionales empiezan a forjar la leyenda de Ibiza como isla de la música. Mike Oldfield se inspiró desde su casa frente a es Vedrá para componer sus obras maestras, Frank Zappa y King Crimson también recalaron en Ibiza. La cantante Joni Mitchell compone su disco ´Blue´ y Nico, de Velvet Underground, se inspira en el ambiente único de la isla.

En San Antonio, el videoclip ´Club Tropicana´, del grupo Wham, logró que Ibiza fuera un destino de referencia para los ingleses. Fue grabado en el emblemático hotel Pykes.

Y entonces la llegada de KU, junto con Amnesia, trajeron un nuevo concepto a la isla: el glamour y la proyección internacional, la moda Adlib y la figura de Smilja Mihailovitch, la primera embajadora internacional de Ibiza.

Años 80
La explosión
Ibiza representó, musicalmente hablando, el verdadero motor de los ochenta en España. Ian Dury, Spandau Ballet, Duran Duran, Ryuichi Sakamoto, Suzanne Vega, Nick Cave, Nina Hagen, Chris Rea, Miguel Bosé, Grace Jones, Alaska, Mecano, El Último de la Fila, King Creole and The Coconuts, Poison, Marillion y las inolvidables actuaciones del grupo Talk Talk y el genio del soul-funky, James Brown. Una auténtica explosión. La culminación de este periodo fue el apoteósico festival ´Ibiza 92´ que organicé en 1987 y que consolidó definitivamente a Ibiza como destino musical mundial. Por primera vez en la historia, se fusionaron dos géneros radicalmente diferentes, como la ópera y el rock. Montserrat Caballé y Freddy Mercury presentaron al mundo el himno ´Barcelona´ desde la discoteca KU. 500 millones de espectadores vieron ese espectáculo, que tuvo una repercusión mediática sin precedentes. Otras grandísimas estrellas participaron cada año, hasta 1990, en ese festival.

Por entonces abrió el KU Beach, pionero del concepto beach club, del que el actual Ushuaïa ha tomado el relevo.
A finales de los años 90, en su máximo apogeo, las autoridades de Ibiza deciden que las discotecas dejen de ser espacios descubiertos y KU tiene que cubrirse. En mi opinión, fue una gran equivocación. Pretendían con ello frenar ruidos y apaciguar al vecindario. Fue una decisión política que no erradicó definitivamente los ruidos. Con esa desafortunada decisión lograron un inmenso vacío para el ocio. KU se convirtió en un espacio cerrado y perdió la esencia que la hacía tan atractiva. Las personas acudían a las discotecas para disfrutar de las mejores estrellas internacionales a cielo abierto, en las inigualables noches de Ibiza. A partir de entonces, esos espacios cerrados distorsionaron el concepto de la música en directo, provocando sonidos graves indescifrables, un sonido de pesadilla.
KU era un centro magnético que atraía a personas de todas partes, de todas las clases, tipos y corrientes. Gente universal. Cuando cerraron Ku, Ku Beach, y también Amnesia temporalmente, esa gente dejó de venir a la isla. Ibiza quedó huérfana, sin rumbo ni dirección, en completo desconcierto.

Las empresas del grupo Ku salieron a subasta en San Sebastián y las adquirió otro empresario vasco, Jose Maria Etxaniz. Amnesia fue comprada por el catalán Martín Ferrer, dejando a Pachá como único referente, junto a Playboy-2 y Es Paradís en San Antonio. Así, a finales de los 90, no quedaba ningún buque insignia en Ibiza, salvo el Playboy 2 de Sant Antoni y Es Paradís.

Ibiza destinode ´clubbers´ ingleses
The party island
En aquella época, Londres experimentaba el boom del underground. Los clubbers tenían serias dificultades para hacer sus fiestas en Inglaterra debido a unas férreas normativas que ponían todo tipo de trabas a fiestas y conciertos. Algunos empresarios del sector pronto vieron en Ibiza el lugar perfecto para organizar sus eventos desde Londres. Así comenzaron a planificar viajes relámpago a la isla, con vuelos chárter y paquetes turísticos que incluían viaje, concierto y fiesta. Después, al cabo de un día o dos, regresaban a sus lugares de origen tal y como habían venido. De esta forma, aterrizaron progresivamente nuevas discotecas y toda una serie de grupos que actuaban a su vez como promotores musicales: en Pachá, Ministry of Sound; en Amnesia, Cream y Cocoon; en Privilege (la nueva marca que se instaló en el antiguo local de Ku), Manumission; en Space, We love sundays. Y surgieron nuevas discotecas, como Edén (antigua Star Club), y el emblemático Café del Mar, cuna de la música chill-out. En ese momento, las noches temáticas y los packs turístico-discotequeros convierten Ibiza en una party island. Música enlatada, sin directos€

Paralelamente llega también a Ibiza gente como Pete Tong, un dj de la BBC1, que empezará a retransmitir en directo las sesiones de las diferentes discotecas a toda Gran Bretaña, dando así una repercusión aún mayor a la isla. MTV descubre el potencial de Ibiza y produce ´The Rock´, el primer festival de música dance con artistas en directo y discjokeys en sa Pedrera de Sant Antoni. Las fiestas son cada vez más populares, los ingleses conciben la isla como un paraíso de libertad. De este modo los djs adquieren un protagonismo sin precedentes y se convierten en las nuevas rock stars.
Por primera vez en mucho tiempo, las discotecas vuelven a ser rentables y se convierten en un gran negocio y una importante fuente de ingresos para la isla. Es el boom de los djs y de las sesiones que recorrerán el mundo entero, siendo Ibiza el principal referente de esta industria. Cada propuesta clubber forma su propia tribu; los jóvenes se suman a esta nueva idea de clan musical.

Información publicada en el Diario de Ibiza el 21 de agosto de 2013

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