El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró ayer que el Gobierno va a reformar la ley del aborto 'única y exclusivamente' atendiendo a la Constitución, al margen de 'lobbies', 'jerarquías eclesiásticas' y 'conspiraciones imaginativas'. 'Y lo va a hacer -dijo- un partido sin complejos, que defiende los derechos de las mujeres y el derecho a la vida', subrayó Ruiz-Gallardón en respuesta a la diputada socialista Elena Valenciano en la sesión de control al Gobierno.
La diputada preguntó al ministro qué le han hecho las mujeres que, 'además de todo lo que están sufriendo, ahora quieren quitarles también la libertad para decidir como gobernar sus vidas'.
El titular de Justicia insistió en que el Gobierno no va a limitar ningún derecho de la mujer, sino que va a reponer derechos tal como ha marcado el Tribunal Constitucional del concebido y no nacido 'que ustedes anularon en su ley de 2010'.
'Gallardón ya no toca lo de ser el progre del PP, estamos en otra etapa', le dijo al ministro la diputada socialista, quien señaló que la ley que tiene previsto aprobar el Gobierno es una de las más restrictivas del mundo occidental y va a suponer una vuelta de treinta años atrás.
La diputada aseguró que la Conferencia Episcopal reclama al Gobierno 'viejas deudas adquiridas en las cabeceras de aquellas manifestaciones'.
El ministro acusó por su parte al Gobierno socialista de romper unilateralmente en 2010 cuando decidieron que 'ese dramático conflicto entre dos derechos, uno tenía que ser completamente anulado'. Gallardón terminó su intervención pidiendo a Valenciano que lea a Miguel Delibes, porque 'no hay nada más progresista en la vida que defender la vida'.
El titular de Justicia insistió en que el Gobierno no va a limitar ningún derecho de la mujer, sino que va a reponer derechos tal como ha marcado el Tribunal Constitucional del concebido y no nacido 'que ustedes anularon en su ley de 2010'.
'Gallardón ya no toca lo de ser el progre del PP, estamos en otra etapa', le dijo al ministro la diputada socialista, quien señaló que la ley que tiene previsto aprobar el Gobierno es una de las más restrictivas del mundo occidental y va a suponer una vuelta de treinta años atrás.
La diputada aseguró que la Conferencia Episcopal reclama al Gobierno 'viejas deudas adquiridas en las cabeceras de aquellas manifestaciones'.
El ministro acusó por su parte al Gobierno socialista de romper unilateralmente en 2010 cuando decidieron que 'ese dramático conflicto entre dos derechos, uno tenía que ser completamente anulado'. Gallardón terminó su intervención pidiendo a Valenciano que lea a Miguel Delibes, porque 'no hay nada más progresista en la vida que defender la vida'.
