'La alegría de la fe' se comercializa desde el mes de marzo en España y también llegará a América

Una monja crea y pone a la venta un juego del catecismo

La hermana carmelita María Granados, con su juego sobre la fe. (Foto: S. TORRALBA)
El juego de mesa creado por una monja de Cuenca que pone a prueba los conocimientos sobre Jesucristo a lo largo de 67 casillas está triunfando en España, donde se han editado ya 5.000 ejemplares, y también llegará a América, al haberse interesado por él países como México.
El juego, editado por Edice, la editorial de la Conferencia Episcopal Española a finales de marzo salió a la venta y en abril ya tuvo numerosas peticiones de toda España, sobre todo como regalo para las próximas comuniones. También les han llegado pedidos de este juego -que se vende al precio de 49 euros- de México, por lo que también tienen puestas sus miras en América.

El juego, basado en el catecismo 'Jesús es el Señor', ha sido creado y diseñado por la delegada de Catequesis de la Diócesis de Cuenca, María Granados, de 35 años y hermana carmelita de la Sagrada Familia de Cuenca, que pretende dar a conocer la doctrina de Cristo de forma más lúdica.

A modo de 'party', según explicó ayer María Granados (natural de Granada), el juego, denominado 'La alegría de la fe', pretende testar los conocimientos sobre Jesucristo a lo largo de 67 casillas, con mímica, juegos, signos, tabú, dibujos y oraciones.

El juego está pensado para adultos y niños a partir de 7 u 8 años, para jugar tanto en familia como en grupos, en la escuela o en el contexto de la Catequesis, ya que la dinámica se inspira en el catecismo de la Conferencia Episcopal Española, explicó su creadora.


POR EQUIPOS

Los jugadores participan en equipo, cada uno avanza con su ficha por el tablero y el primero que llega a la casilla 67 gana. Cada casilla es de un color diferente e indica el tipo de prueba y, si se supera, se sigue avanzando hasta llegar a la meta.

La monja granadina explicó que la idea surgió 'por la necesidad de crear algo que nos ayudase a transmitir la fe', aunque remarcó que 'no sustituye a la Catequesis ni a la clase de religión, es sólo un apoyo'.

'Al tener colorido, luz y distintas posibilidades, la experiencia es que los niños se lo pasan bien y a la vez aprenden', explicó la religiosa, que admite que el juego recoge las cuatro tareas propias del Catequesis: conocer, celebrar, vivir y orar.

El juego se presentó hace unas semanas en las Jornadas de Delegados Diocesanos de Enseñanza, Catequesis y Familia, que se celebraron en El Escorial (Madrid).

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