Se pondrán en manos de un equipo de médicos y nutricionistas del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza
El objetivo será perder hasta un 10 % de su peso corporal con una dieta proteica, después de que se decidiera ampliar el cupo ante el "aluvión" de solicitudes recibidas.
Se trata de un proyecto de investigación, financiado por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) con una subvención de la Unión Europea, que pretende hallar una dieta efectiva, capaz de mantenerse en el tiempo sin que requiera del paciente un esfuerzo excesivo.
Con esta finalidad, el Hospital Miguel Servet realizó un llamamiento para reclutar a 75 mujeres con sobrepeso, que obtuvo una respuesta "abrumadora", "inmediata" y "masiva", ha explicado a Efe una de las nutricionistas coordinadora del proyecto, Rocío Mateo.
En pocos días se recibieron más de 1.400 solicitudes por correo electrónico, además de llamadas de teléfono, un "auténtico aluvión" de solicitudes que está en consonancia con las cifras de mujeres que sufren obesidad en España, ha puntualizado.
La organización se vio obligada a desconvocar la reunión prevista para informar a las interesadas, a cerrar el cupo de solicitudes y a dedicar unos días a contestar a cada uno de los correos electrónicos recibidos.
Entre las razones que explican este interés por participar en el ensayo está la llegada del buen tiempo, con el verano a la vuelta de la esquina, una época en la que muchos se plantean deshacerse de los kilos que sobran, ha afirmado.
Ante el número de solicitudes, el equipo investigador ha decidido ampliar a noventa las mujeres que pueden participar en esta dieta y que serán seleccionadas entre las solicitudes recibidas antes de que se cerrara el cupo.
A través de una aplicación informática, a cada una de ellas se le asignará una de las tres dietas proteicas estipuladas, que fijan un porcentaje de proteínas y de hidrato de carbono determinado.
Se ha elegido una dieta basada en un consumo moderado-alto de proteínas procedentes de la carne, porque, según ha explicado Mateo, distintos estudios con base científica demuestran que favorecen la pérdida de peso sin que el que se someta a ella pase "mucha hambre".
Sin embargo, hasta ahora no existe una investigación sólida que concrete el porcentaje de proteínas ideal para la pérdida de peso, ni cuál resulta más cómodo para mantenerlo en el tiempo.
Este es precisamente el objetivo del equipo que coordina esta investigación y que, como aliciente y dada la economía actual, facilitará a las participantes parte de los kilos de carne que deberán consumir.
No será sólo pollo o pavo, como suele ser habitual en otras dietas, sino también otras más atractivas como el lomo magro o el ternasco de Aragón, ha explicado.
Una vez asignado el porcentaje de proteínas que será el mismo para todas, dependiendo de la dieta asignada, se personalizará el resto de la dieta, limitando el consumo de calorías en función de las necesidades de cada una de ellas y atendiendo también a sus gustos alimenticios.
De esta forma, el menú será poco calórico pero con alimentos variados como los lácteos y otros que, sin llegar a estar prohibidos, se limitarán más como la repostería, el alcohol o el aceite.
La investigación se ha limitado sólo a las mujeres para obtener unos resultados más homogéneos y porque este tipo de dieta proteica eleva el ácido úrico, ya de por sí alto en los hombres, ha puntualizado.
La mayoría de las solicitudes recibidas responden a mujeres de mediana edad que, pese a tener unos hábitos alimenticios más saludables que las nuevas generaciones, sufren sobrepeso, debido en parte a la falta de ejercicio.
