La organización no gubernamental Oxfam denunció hoy en un informe la violación sistemática de mujeres en el Congo, siendo víctimas en el 60 por ciento de los casos de bandas de hombres armados que abusan de ellas en sus propios hogares.
El informe, titulado 'Hoy ya no soy más de este mundo', fue encargado por Oxfam y elaborado por The Harvard Humanitarian Initiative, e indica que la mitad de las violaciones denunciadas ocurrieron en presencia del marido y de los hijos de la víctima.
El documento se elaboró a partir de la información facilitada por 4.311 mujeres, ingresadas en el hospital de Panzi, en la sureña provincia de Sud-Kivu, en el espacio de cuatro años.
Oxfam lo publica en vísperas de la visita al Congo de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, un mes antes de su decisión sobre la permanencia de los cascos azules en el país africano.
Krista Ridley, en nombre de esta ONG, declaró que 'la situación no puede considerarse segura si las mujeres ni siquiera pueden dormir en sus propias camas sin que se sientan amenazadas'.
Las conclusiones del informe, según Ridley, es una de las razones 'por las que las fuerzas de mantenimiento de la paz deben continuar jugando un papel crucial en materia de seguridad' hasta que el Gobierno congoleño sea capaz de proteger a la población civil.
El documento añade que un 12 por ciento de mujeres se convierten en esclavas sexuales de los grupos armados y denuncia que las víctimas sufren posteriormente el estigma del rechazo social.
'Menos de un 1 por ciento de las mujeres violadas son acompañadas por sus maridos al hospital de Panzi', se afirma en el informe.
La investigación añade que los abusos ya no son cometidos en exclusiva por las bandas armadas y que las agresiones por parte de civiles han pasado de constituir un 1 por ciento del total en 2004 a situarse en el 38 por ciento en el año 2008.
Susan Bartels, la investigadora principal de The Harvard Humanitarian Initiative, denunció además la permisividad de las autoridades, que no prestan la debida atención a este problema.
'Pocos violadores son perseguidos por la Justicia. La ley debe aplicarse y la Justicia debe ser accesible para las supervivientes', manifestó Bartels mediante un comunicado de prensa.
El documento se elaboró a partir de la información facilitada por 4.311 mujeres, ingresadas en el hospital de Panzi, en la sureña provincia de Sud-Kivu, en el espacio de cuatro años.
Oxfam lo publica en vísperas de la visita al Congo de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, un mes antes de su decisión sobre la permanencia de los cascos azules en el país africano.
Krista Ridley, en nombre de esta ONG, declaró que 'la situación no puede considerarse segura si las mujeres ni siquiera pueden dormir en sus propias camas sin que se sientan amenazadas'.
Las conclusiones del informe, según Ridley, es una de las razones 'por las que las fuerzas de mantenimiento de la paz deben continuar jugando un papel crucial en materia de seguridad' hasta que el Gobierno congoleño sea capaz de proteger a la población civil.
El documento añade que un 12 por ciento de mujeres se convierten en esclavas sexuales de los grupos armados y denuncia que las víctimas sufren posteriormente el estigma del rechazo social.
'Menos de un 1 por ciento de las mujeres violadas son acompañadas por sus maridos al hospital de Panzi', se afirma en el informe.
La investigación añade que los abusos ya no son cometidos en exclusiva por las bandas armadas y que las agresiones por parte de civiles han pasado de constituir un 1 por ciento del total en 2004 a situarse en el 38 por ciento en el año 2008.
Susan Bartels, la investigadora principal de The Harvard Humanitarian Initiative, denunció además la permisividad de las autoridades, que no prestan la debida atención a este problema.
'Pocos violadores son perseguidos por la Justicia. La ley debe aplicarse y la Justicia debe ser accesible para las supervivientes', manifestó Bartels mediante un comunicado de prensa.
