Alfonso Sucasas, el último gran clásico de la pintura gallega, falleció ayer en su domicilio de Vila de Cruces (Lalín) a los 72 años. El considerado uno de los más personales e intimistas creadores gallegos, falleció a las 22,30 horas, acompañado por su mujer, María, y después de que su delicada salud le diera más de un susto los últimos meses.
Autor costumbrista, figurativo, personal, creador de iconografía con raíces gallegas, Sucasas (18 de marzo de 1940) comenzó su carrera en Brasil, regresando a Galicia en 1968 e iniciando entonces una larga trayectoria artística en la que se caracterizó por su uso de temas populares, su alto componente de denuncia social, y su especial visión del expresionismo en sus trabajos de los últimos años.
Durante la inauguración de su última antológica, la que se abría en Vigo el pasado 19 de enero, el lalinense lamentaba entre dientes su escasa presencia expositiva de los últimos años. 'Cuando era más joven me preocupaba, ahora me acomodé y creo que para mi obra es mejor porque consigo aislarme y trabajar en función a mis criterios, muchas veces a contra corriente'.
La de Vigo fue una de las pocas ocasiones en las que la obra del genial artista lalinense trascendió en los últimos años los límites de su taller. Hace 17 años, en la ya desaparecida galería Alameda viguesa, exponía por última vez Sucasas en la que siempre consideró su ciudad. En enero, puso en ella al alcance del público más de 50 cuadros pintados desde 1957 hasta la actualidad. El más antiguo, un bodegón realizado cuando tenía tan sólo 17 años.
Durante la inauguración de su última antológica, la que se abría en Vigo el pasado 19 de enero, el lalinense lamentaba entre dientes su escasa presencia expositiva de los últimos años. 'Cuando era más joven me preocupaba, ahora me acomodé y creo que para mi obra es mejor porque consigo aislarme y trabajar en función a mis criterios, muchas veces a contra corriente'.
La de Vigo fue una de las pocas ocasiones en las que la obra del genial artista lalinense trascendió en los últimos años los límites de su taller. Hace 17 años, en la ya desaparecida galería Alameda viguesa, exponía por última vez Sucasas en la que siempre consideró su ciudad. En enero, puso en ella al alcance del público más de 50 cuadros pintados desde 1957 hasta la actualidad. El más antiguo, un bodegón realizado cuando tenía tan sólo 17 años.
