Un hombre tuvo que ser intervenido el martes en Granada tras introducir el pene en una tubería

Prácticas sexuales peligrosas, más comunes de lo que parece

Intervención quirúrjica con la intervención de los bomberos.
Algunas prácticas sexuales, sobre todo aquéllas en las que se utilizan objetos o animales, pueden llegar a ser muy peligrosas para la salud, aunque en España son más comunes de lo que puede parecer. La sexóloga Ana María Caro subrayó ayer que no es demasiado 'inhabitual' el uso de objetos que, en principio, 'pueden parecer extraños', aunque matizó que los problemas derivados de esas prácticas se resuelven mayoritariamente en los servicios de urgencia y no en las consultas de sexología.
Precisamente, ayer, la intervención de los bomberos de Granada evitó la amputación del pene de un hombre que lo había introducido en un trozo de tubería cilíndrica, al parecer como parte de una práctica sexual. La sexóloga explicó que muchos pacientes no son conscientes del daño que se están causando y no acuden a la consulta del especialista -normalmente el médico de urgencias- hasta que necesitan ser tratados por el daño sufrido.

romper mitos
'Si algo te gusta y no te hace daño, no consultas', mantuvo Ana María Caro, quien alertó sobre el uso de objetos 'extraños' que no fuesen específicamente diseñados para las prácticas sexuales. Apunta en ese sentido el riesgo de introducir objetos en la uretra o de utilizar objetos pequeños, frágiles o con aristas en el recto, pero también subrayó la importancia de romper mitos tradicionales y afirmó que la utilización de determinados objetos, con el debido asesoramiento y garantías sanitarias, puede llegar incluso a ser saludable y beneficiosa para combatir algunas dolencias como el vaginismo.
Entre los objetos que se suelen introducir en la uretra destacan los mezcladores de cóctel y las agujas de hacer punto que, debido a la estrechez del conducto uretral, pueden provocar 'serios daños'.
A su vez, la sexóloga advirtió de los peligros que representan aquellos 'elementos que se pueden perder dentro del recto' como es el caso de las denominadas bolas chinas. Su recomendación, ante los problemas surgidos durante ese tipo de prácticas, es rotunda: superar la vergüenza y acudir a un servicio de urgencia. Trabajadores de este servicio apuntaron que no son infrecuentes las llegadas de pacientes con problemas derivados de ese tipo de prácticas. Recordaron que, durante los últimos años, se atendieron casos de mujeres y hombres que habían practicado sexo con animales, de personas con daños causados por un mal uso de un vibrador y de botellas u otros objetos de cristal. Entre estos últimos, uno de los casos más comunes y que con mayor frecuencia se atienden en Urgencias es la introducción de botellas en el cuerpo que después no pueden extraerse, al haberse producido el vacío, sea en el conducto vaginal o en el anal.
La sexóloga Ana María Caro reiteró por último el elevado riesgo de introducirse objetos de cristal en el interior del cuerpo por su fragilidad, y, en el caso concreto de las mujeres, por las graves lesiones que podrían llegar a ocasionar en la vagina.

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