El presunto criminal de guerra nazi Charles Zentai, acusado de haber golpeado hasta la muerte a un judío de 18 años en Hungría en 1944, perdió hoy su penúltimo recurso contra el fallo de extraditarle a Budapest para ser juzgado allí.
Zentai, de 86 años y que todavía puede recurrir ante el Tribunal Supremo, el fiscal general y el Ministerio de Exteriores, niega ser el autor de ese delito y SU defensa argumentó que en cualquier caso el delito no era un crimen bajo la ley húngara de esa época.
El Centro Simon Wiesensthal, una organización de derechos humanos israelí que persigue a antiguos criminales de guerra nazis, afirma que Zentai asesinó a un judío cuando era soldado del Ejército húngaro, entonces aliado con el III Reich.
Después de la guerra, Zentai emigró a Australia, donde vivió sin llamar la atención y adquirió la nacionalidad australiana, hasta que Hungría pidió su extradición en 2005.
En agosto de 2007, un juzgado de Perth dio su visto bueno a la solicitud de Budapest y ordenó su detención provisional.
Durante el juicio, el fiscal afirmó que el acusado y dos compañeros apresaron a la víctima, Peter Balazs, a quien habían reconocido como judío aunque no llevaba la obligatoria estrella de David en la manga porque era del pueblo natal de Zentai.
Acto seguido, le trasladaron a una base militar, donde le golpearon hasta la muerte antes de tirar su cadáver al río Danubio, como era habitual en la Budapest ocupada por los nazis.
Ernie Steiner, hijo de Zentai, mantiene la inocencia de su padre, jura que no estaba en la ciudad ese día y asegura que no sólo no fue un nazi, sino que siempre rechazó la ocupación y tuvo muchos amigos judíos.
No está claro si el acusado fue miembro de los notorios Flecha Cruz, el grupo paramilitar inspirado en las SA nazi que sembró durante aquellos años el terror en el país.
De ser finalmente enviado a Europa, Zentai se convertirá en el primer ciudadano australiano extraditado y juzgado en el viejo continente por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial.
El Centro Simon Wiesensthal, una organización de derechos humanos israelí que persigue a antiguos criminales de guerra nazis, afirma que Zentai asesinó a un judío cuando era soldado del Ejército húngaro, entonces aliado con el III Reich.
Después de la guerra, Zentai emigró a Australia, donde vivió sin llamar la atención y adquirió la nacionalidad australiana, hasta que Hungría pidió su extradición en 2005.
En agosto de 2007, un juzgado de Perth dio su visto bueno a la solicitud de Budapest y ordenó su detención provisional.
Durante el juicio, el fiscal afirmó que el acusado y dos compañeros apresaron a la víctima, Peter Balazs, a quien habían reconocido como judío aunque no llevaba la obligatoria estrella de David en la manga porque era del pueblo natal de Zentai.
Acto seguido, le trasladaron a una base militar, donde le golpearon hasta la muerte antes de tirar su cadáver al río Danubio, como era habitual en la Budapest ocupada por los nazis.
Ernie Steiner, hijo de Zentai, mantiene la inocencia de su padre, jura que no estaba en la ciudad ese día y asegura que no sólo no fue un nazi, sino que siempre rechazó la ocupación y tuvo muchos amigos judíos.
No está claro si el acusado fue miembro de los notorios Flecha Cruz, el grupo paramilitar inspirado en las SA nazi que sembró durante aquellos años el terror en el país.
De ser finalmente enviado a Europa, Zentai se convertirá en el primer ciudadano australiano extraditado y juzgado en el viejo continente por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial.
