La Guardia Civil de Burgos ha descubierto a dos hombres que exhumaron los restos mortales de una mujer, que habían sido enterrados en una tumba con capacidad para dos cuerpos, y los tiraron a un vertedero, con el fin de enterrar al yerno de la difunta, que no cabía en la misma sepultura.
Los agentes del Instituto armado atribuyen a los dos hombres, al parecer uno vecino de Madrid y otro de un pueblo de Cantabria, un delito contra el respeto a los difuntos, según han informado hoy fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
La Guardia Civil investigó el caso a raíz de la aparición, el pasado lunes, en el vertedero de Barbadillo del Mercado (Burgos), de un féretro con restos óseos humanos. Según las investigaciones de la Benemérita, hace diez días se llevo a cabo la gestión correspondiente para inhumar a un difunto en una sepultura familiar con capacidad para dos féretros.
Como no había sitio para el nuevo cadáver, familiares del muerto decidieron exhumar los restos de la suegra del finado, cargarlos en el coche de uno de ellos y transportarlos en el ataúd hasta el vertedero, donde los arrojaron. Los restos de la señora, que había fallecido en 1985 y que fueron hallados en un féretro de zinc en el vertedero, serán reclamados ahora por los familiares para su posterior inhumación.
