SOCIEDAD

La trata, un cáncer cercano

<p></p>
photo_camera Un sintecho pidiendo limosna.

Los expertos consultados alertan de que los refugiados y los migrantes -sobre todo los menores- se están convirtiendo en nuevas víctimas

El Día Mundial contra la Trata, que se celebró ayer, visibiliza esta forma de explotación de las personas que puede ser sexual, trabajo forzoso o explotación laboral, matrimonios forzados, mendicidad y tráfico de órganos, entre otras, que se aprovechan de contextos de pobreza y de falta de oportunidades.

Los expertos consultados alertan de que los refugiados y los migrantes -sobre todo los menores- se están convirtiendo en nuevas víctimas que podrían disparar en unos años esas cifras globales de trata, que intentan cuantificar organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) conscientes de que muchos de los casos nunca serán detectados.

"El problema es que la sociedad identifica trata con prostitución y no ve otras formas; cuando ve a una mujer con un bebé pidiendo piensa pobre mujer, pero no que puede ser una víctima que ha sido traída desde su país engañada y que está siendo explotada; tampoco ve a esa otra mujer latinoamericana que trabaja como interna 24 horas al día y con un sueldo mísero", asegura Eva Sancha, de Proyecto Esperanza. Esta jurista destaca la necesidad de visibilizar e identificar estas situaciones para poder combatirlas legalmente, "situando a las víctimas en el centro", para lo que estima preciso poner en marcha una ley integral contra la trata que garantice la coordinación y la protección.

Teniendo en cuenta que es muy difícil detectar estos casos al ser una "realidad invisible", explica la responsable en este ámbito de Cáritas, Hilde Daems, es necesario una mayor sensibilización para "abrir los ojos" y dejar de considerarla como algo lejano a nuestras vidas. "Muchas veces cuando hablamos de trata tenemos la visión de una mujer encadenada en una habitación oscura y por supuesto existe, es real, pero queremos alertar a las personas que la trata entra en nuestra vida, no es lejana; la hay en los países de tránsito y de destino como es España", indica Daems, quien destaca que puede estar también detrás de una camiseta que llevamos o de servicios sexuales que se compran.

La abogada de Women's Link Woldwide Gema Fernández reclama también abordar la trata en un "marco de derechos humanos", poniendo el foco más allá de la explotación sexual y entenderla como cualquier forma que trata a las personas "como meros objetos de los que se obtiene unos beneficios". "Hay que seguir identificando esas nuevas formas de trata, por lo que hay que tener esa mirada amplia, porque los tratantes se mezclan en el mundo que vivimos y entre nuestras demandas de consumo de ropa barata o de tecnología", puntualiza Fernández. La jurista ha alertado de que los responsables de esas organizaciones delictivas se mueven bien ante situaciones de emergencia humanitaria y de concentración de personas, como está ocurriendo en muchas fronteras europeas con los refugiados y migrantes.

En este sentido, para la responsable de Cáritas "algunas de las políticas públicas están aumentando la vulnerabilidad y empujando a estas personas a manos de tratantes y traficantes", por lo que ha urgido a habilitar vías legales y seguras. "Apelamos a los estados para que eviten estas políticas porque podemos evitar mucho sufrimiento si las enfocamos desde los derechos humanos y no tanto desde el control migratorio", añade.

Respecto a la trata con fines de explotación sexual, la responsable de género y derechos humanos de Médicos del Mundo, Beatriz Sagrado, ha reclamado "atacar la demanda" de prostitución para combatir esta forma de violencia contra las mujeres. "El modelo de países como Suecia está dando resultado, penaliza a quien consume y la trata ha bajado", explica Sagrado, quien apuesta también por adoptar medidas respecto a la publicidad de contactos sexuales y por poner en marcha una ley Integral contra la trata.

Te puede interesar
Más en Sociedad