Y la gripe saltó a la fama

La gripe de toda la vida ha saltado a la fama este año, al convertirse en estrella absoluta de los medios de comunicación y en protagonista de numerosas campañas informativas
Su primer apellido fue el de porcina -no podía negar así su origen humilde: el cerdo- pero precisamente esa peculiaridad y su carácter novedoso le permitió entrar en el candelero mediático y pasar a convertirse en la gripe A (H1N1), que suena mucho mejor.

Bautizada por los médicos con el apodo de 'la gripe mediática', primera pandemia del siglo XXI, las autoridades optaron por decretar la alerta sanitaria y tomar todas las medidas preventivas posibles.

Lo cierto es que, a día de hoy, sólo unas doscientas personas han perdido la vida en España por la gripe A mientras que la estacional se cobra la de unas 8.000 cada año sin ocupar titulares ni abrir telediarios.

Esta enfermedad, que se contagia de persona a persona, se detectó por primera vez en abril de 2009 en México, y sus síntomas son similares a los de la gripe común: fiebre, tos, estornudos, malestar general y dolores musculares, de cabeza y de garganta.

El 23 de ese mes el Gobierno activó el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante la Pandemia de Gripe, un asunto que pilló por sorpresa a la recién estrenada ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien se ha convertido, al amparo del nuevo virus, en uno de los dirigentes más valorados del Ejecutivo.

Los primeros casos se detectaron entre personas que provenían de México y, por ello, se recomendó no viajar a ese país al tiempo que se agotaron las mascarillas en todas las farmacias españolas.

Ante la proliferación de afectados, ya que el virus comenzaba a hacerse omnipresente, Rusia prohibió la importación de carne de cerdo y derivados de España. Esto le valió al presidente ruso, Dmitri Medvédev, un jamón ibérico que le regaló el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, por su 44 cumpleaños.

Un momento estelar tuvo lugar en mayo en el cuartel de la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares, donde un brote entre militares y una visita escolar simultánea generaron gran confusión.

Antes de comparecer en el Congreso por esta cuestión, la ministra de Sanidad bromeó con su colega de Defensa, Carme Chacón: 'Entre la píldora poscoital y la gripe A estamos buenas'.

La infección se extendía por colegios y campamentos que se convirtieron en un criadero de contagios. No perdonó ni al equipo de baloncesto del Estudiantes ni a los jugadores de fútbol del Betis.

El 30 de junio el virus trajo la desgracia a una familia, al registrarse la primera muerte en este país. Se trataba de la marroquí Dalilah Mimuni, de 20 años, a quien un día antes se le practicó una cesárea para la salvar la vida de su hijo al que no le transmitió la enfermedad, pero que murió por un error profesional.

Jiménez y los consejeros autonómicos se aliaron en los Consejos Interterritoriales contra la pandemia y el clima de consenso ha sido la tónica general en todo lo relacionado con la alerta sanitaria.

España comenzó a armarse de antivirales y decidió en mayo que se dispensaran únicamente en hospitales para evitar un uso irracional que generara resistencias al virus.

Después adquirió 37 millones de dosis de una vacuna de la que, finalmente, sólo se utilizarán un máximo de diez para los grupos de riesgo: enfermos crónicos -a partir de los 6 meses-, embarazadas y personal sanitario y de servicios básicos.

Proliferaron las campañas divulgativas con recomendaciones simples como lavarse las manos con frecuencia, taparse al estornudar o toser y usar los servicios médicos con prudencia.

De ahí se pasó a 'no besar ni tocar' -pocos lo cumplieron-, junto con otras medidas pintorescas como no usar el agua bendita o no abrazar al mismísimo Santiago Apóstol, patrón de España.

Tras el verano, se acordó no retrasar el inicio del curso escolar, mientras que algunos colectivos como los profesores y los taxistas pedían ser vacunados.

Fue a primeros de octubre cuando la monja benedictina Teresa Forcades, doctora en Medicina, inició un movimiento ciudadano en Internet para impedir la vacunación masiva y comenzaron a surgir numerosas voces críticas que veían desmedidas las pautas adoptadas.

La inmunización comenzó el 16 de noviembre simultáneamente en toda España y los antivirales volvieron a las farmacias, una vez que la alarma social había decaído.

Sin efectos secundarios reseñables en la población, actualmente se investigan dos casos de muerte fetal en embarazadas que han recibido la vacuna.

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