De compras por la voz

En un visto y no visto Microsoft ha sacado casi 20.000 millones de dólares de la cartera y se ha comprado Nuance Communications. Una operación que supone más del 1,5% del PIB español. No se asusten, porque la mayor compra de compañía de Redmon fue la de LinkedIn por 26.000 millones. 

Nuance Communication es una compañía especializada en el desarrollo de inteligencia artificial con aplicaciones para el reconocimiento de voz con más de 7.000 empleados. Cuenta con clientes como Apple para dar soporte a su asistente Siri. Comento lo anterior para que entiendan todo el entramado e intereses cruzados de las grandes adquisiciones del mundo tecnológico y el camino que está recorriendo la tecnología. 

La clave de esta operación es que Microsoft busca mejorar procesos de atención con respuestas interactivas, asistentes virtuales con aprendizaje automático y soluciones de identificación biométrica en el sector salud y, en general, en cualquier servicio de atención que necesite identificadores fidedignos. 

Si recuerdan, hace un par de años las videoconferencias eran aplicaciones que solo utilizaban empresas muy avanzadas en tecnología, sin entrar en el nimio uso en sectores ajenos a la tecnología o entre particulares. Teams, Zoom, Skype y muchas otras ya no son ajenas al público general. Todas estas tecnologías de comunicación, que han crecido a doble o triple velocidad durante la pandemia, son el día a día en nuestras vidas, profesionales y personales. Han evolucionado en usuarios y en capacidades. Por ejemplo, alguna de estas aplicaciones son capaces de transcribir en vivo una reunión o un webinar, lo que aporta un gran valor añadido al sistema de videoconferencia. Esto, unido a las posibilidades de reconocimiento y autenticación de empresas como Nuance con la computación en la nube, aportan a empresas como Microsoft un valor incalculable en el futuro tecnológico de la voz que se está escribiendo. 

Por tanto, con estas inversiones desorbitadas para el ciudadano, todo indica que Microsoft nos está enviando señales de que el mundo de la voz va a cambiar todo. Convivimos con Siri, con Alexa y numerosos asistentes de voz en coches, buscadores, etc., pero por el momento con una experiencia de usuario un poco limitada. Les confieso que alguna mañana he estado a punto de tirar a la basura mi actual asistente de voz (no lo descarto). Pero a nivel profesional, y Microsoft apuesta claramente por el sector sanitario, ya podemos ver sistemas de recogida de información por voz de pacientes que se integran automáticamente con los sistemas informáticos de los hospitales. 

El siguiente paso, les aseguro que a la vuelta de la esquina, será mantener auténticas conversaciones en las que los asistentes conozcan y comprendan el contexto en el que se desarrollan. Asumido que la Inteligencia Artificial, una de las grandes especialidades de Nuance, puede complementar a la humana, la interpretación de lo escuchado y su respuesta podrá ser también más inteligentemente desarrollados. Interacciones con el ordenador, el coche, la nevera, todo será mucho más sencillo porque nos comunicaremos en el mismo idioma. A partir de ese momento, no tendremos que transcribir nuestro lenguaje a un lenguaje de máquina. Cuestiones sencillas como cambiar la radio en el coche, o incluso de marcha, por una orden de voz es mucho más sencillo que programar una aplicación informática o intervenir a un paciente. Lo primero ya es posible y lo segundo en breve. 

Y si nos adentramos en la biometría por voz, las aplicaciones podrán bloquear y desbloquear sistemas, recuperar contraseñas, firmar un documento con la voz, realizar transacciones bancarias o votar. Porque la voz cuenta con una huella única, intransferible y, según los expertos, más segura que la huella dactilar. 

Me he preguntado muchas veces por qué en un ordenador personal, que ha evolucionado tantísimo desde aquellos Apple II traídos desde EEUU casi de extraperlo, continúa invariable el teclado. Ahora sí que creo que tiene los días contados.

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