A finales de los años 90, antes de la aparición de las redes sociales y durante los comienzos de la difusión generalizada de internet a través de las tarifas planas y los modem de 56K, los internautas contaban con dos herramientas de comunicación básicas: el iRC, un sistema de chat y conversaciones a través de diferentes canales y cuyo programa estrella era el MiRC, y los foros de discusión, páginas web que albergaban espacios de debate, opinión o consulta sobre diferentes temas.
La llegada de Facebook (2004), Twitter (2006) e Instagram (2010) empezaron a arrinconar al sistema de foros, ya que estas redes permiten la comunicación directa e incluso con varios usuarios y e incluso acceder a la monetización de contenidos, algo que atrajo a los usuarios digitales más jóvenes.
En los últimos años, y sobre todo durante estos meses de pandemia, el interés de los internautas por participar en espacios comunes en los que debatir, socializar o resolver dudas ha vuelto con fuerza, ya que en estos espacios las conversaciones son más inmediatas y multitudinarias. De aquella época perviven foros que siguen teniendo comunidades muy activas y colaborativas con decena de miles de usuarios como Burbuja.info, Elotrolado, o Enfemenino, y otros que han creado más de una polémica como Forocoches (el foro más grande en español del mundo), 4Chan o Reddit, que han llegado a influir de manera decisiva en votaciones electorales, ediciones de Eurovisión e incluso han creado problemas a los grandes fondos de inversión de Wall Street, como fue el caso de la compra de acciones de GameStop.
Este nuevo impulso de los foros digitales tiene otro ejemplo en Discord (2015), un servicio de salas de chat y debate que cualquier usuario puede crear, y que cuenta en con más de 100 millones de usuarios activos. Es uno de los valores de internet que más rápido ha crecimiento durante la pandemia, con más de 100 millones de dólares en ingresos en 2020, y que ha captado desde sus inicios unos 600 millones de dólares de inversión, alcanzando una valoración que ronda los 7.000 millones de dólares.
Esta posición de privilegio no ha pasado desapercibido para Microsoft, que ha mantenido conversaciones para adquirir esta empresa por una cifra que podría rondar los 10.000 millones de dólares.
