Miradores y columpios de vértigo en Portugal, a dos horas de Ourense

Están triunfando en las redes sociales y llaman la atención por sus sorprendentes formas, ¿aún no los has visto?

A escasas dos horas de la provincia de Ourense se encuentra el municipio luso de Torre de Moncorvo. Un ayuntamiento que ofrece a sus visitantes diferentes atractivos turísticos, muchos de ellos que triunfan en las redes sociales. Y es que en este rincón del país vecino nos podemos encontrar con sorprendentes espacios, miradores, columpios turísticos que invitan a pasar al menos una jornada en él.

Patrimonio histórico y gastronómico

Desde el propio municipio invitan a los visitantes a hacer un recorrido por el casco histórico de Torre de Moncorvo para conocer su pasado. Desde la Iglesia de Matriz, el museo del Castillo o las puertas que dan acceso a las calles más antiguas. Incluso recomiendan a llevar a cabo el paseo de los judíos y conocer más en profundidad lo que sucedió en siglos anteriores. Tampoco está demás disfrutar de la gastronomía local y puede ser la ocasión de probar su empanada de carne, su butelo, el "borrego terrincho" o las almendras de Moncorvo. 

 

Miradores de Torre de Moncorvo

Otro de los puntos fuertes de este rincón luso es su patrimonio natural. Torre de Moncorvo ofrece diferentes miradores desde los que observar el entorno que los rodea. En el Mirador de de São Lourenço, a orillas del Duero, sorprende por tener uno de los columpios que ha conquistado las redes en el país vecino. No es el único que tiene una de estas infraestructuras para disfrutar de las vistas. En el mirador de Talegre también lo hay y no son pocos los que ya han compartido su imagen de rigor. 

Otro de los sorprendentes miradores en el municipio es el de Fraga do Facho. En plena sierra de Reboredo nos encontramos un hexágono que muchos utilizan para tomar la mejor instantánea de recuerdo de este territorio. También con vistas al Duero, al río Sabor, a la sierra de Bornes, o a la propia villa de Torre de Moncorvo. 

Otro de los miradores que sorprende a los visitantes en el municipio es el mirador de Fraga do Cão. Una piedra con forma de perro preside un espacio natural que ofrece una perspectiva inigualable al Duero. El de Santa Bárbara, por su parte, ofrece una vertiginosa imagen de todo el entorno natural de la zona. Uno de esos rincones que es difícil olvidar. Estos son algunos de los múltiples rincones que ofrecen espectaculares vistas de la naturaleza de un municipio que también destaca por el enoturismo. 

 

 

 

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