Viralizada en las redes, las autoridades del país asiático no consiguen censurar la grabación, en la que se puede ver a una pareja practicando sexo en unos probadores
El último guijarro en los zapatos del gobierno chino no es un disidente político o EE.UU. En esta ocasión tiene forma de vídeo porno amateur, que las autoridades llevan intentando censurar, sin éxito, desde hace tres días. Ahí fue cuando llegó a Weibo (el Twitter chino), una pieza de dos jóvenes grabándose mientras practicaban sexo en los probadores de una tienda Uniqlo en Pekín. Como es de esperar, el vídeo se viralizó, convirtiéndose en trending topic de forma casi instantánea. A la vez, saltó la censura, y poco a poco fueron desapareciendo sus huellas digitales. Pero unas horas más tarde el rastro volvió a aparecer, y a estas alturas de la película y pese a los intentos del gobierno, el asunto ha recorrido el ciberespacio a lo largo y ancho del país, mientras que la tienda en la que sucedieron los hechos se ha convertido en un nuevo atractivo turístico.
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