El sol se puso y cayó la noche, marcando el inicio de la esperada procesión de los “fachós” en Castro Caldelas honrando a su patrón San Sebastián.
Las campanas dieron comienzo, con su alegre repicar, a la esperada celebración. Este año era más marcada aún la cara de ilusión en los vecinos, tras su cancelación el pasado año. El gran fachón salió de la iglesia de Los Remedios ardiendo e inundando de humo purificador las calles de Caldelas hacia el castillo, acompañado de unos 60 fachones pequeños. Las antorchas hacían así revivir esta tradición que ya cuenta con 271 años de historia. A la llegada nuevamente a la iglesia, ardieron todos juntos en una hoguera que se apagaba en ese momento, poniendo fin a la celebración.
Los caldelaos pudieron festejar su tradicional “Festa dos Fachós” en un formato menor y más familiar, al grito de “¡Viva San Sebastián!”. Hace casi 300 años, una peste azotaba la comarca caldelá y con estas antorchas de paja ardiendo purificaron el pueblo. La noche de este miércoles pidieron que ese humo haga frenar la actual pandemia.
