Un gran océano en medio y más de 7.000 kilómetros es lo que separan a Carlos Eduardo Salazar Femayor de su casa, pero aquel joven misionero no ha tardado en encontrar su nuevo hogar en A Pobra de Trives, en donde vive desde hace algo más de un año.
El Padre Carlos Eduardo Salazar Femayor, después de 12 años como misionero en su país de origen, decidió viajar a España y se estableció en Lalín, donde tenía familia. Luego de cuatro años de intensa labor pastoral en esa zona, le llegó un traslado a la montaña ourensana en mayo de 2022.
Sus primeros meses en Terras de Trives supusieron desplazamientos diarios entre Trives y A Rúa, donde se hospedaba en el Pablo VI debido a la falta de alojamiento en su destino.
A pesar de los desafíos logísticos y las diferencias culturales, el Padre Carlos pronto se ganó el cariño y respeto de los habitantes locales con su amabilidad y dedicación para involucrarse en la vida del pueblo. Si bien inicialmente su misión era ayudar en las celebraciones eucarísticas en varias parroquias rurales de la zona, su deseo de trabajar en las comunidades rurales lo llevó a ser elegido como el futuro párroco de 11 parroquias en estas aldeas. “Estas parroquias estaban sin cubrir, y yo encantado, ya que el rural es parte de mi, yo vengo del rural”, dice el cura.
El domingo pasado, en una emotiva ceremonia, Carlos Eduardo Salazar asumió su nuevo cargo como párroco de varias parroquias en Manzaneda y Trives, incluyendo la propia localidad de Manzaneda. Este municipio también contará con él como sacerdote en las parroquias de San Martiño, Paradela, Cesuris, Raigada y Cernado, además de extender su labor a Mormentelos y Vilarmeau, que pertenecen a Vilariño de Conso y Viana do Bolo, respectivamente. En el ámbito trivés, el nuevo párroco asumirá la responsabilidad de las parroquias de Sobrado, A Encomenda y Mendoia. Todo un reto.
La ceremonia de presentación fue dirigida por el vicario de Pastoral, José Manuel Carrasco, en nombre del obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández. Además de miembros de las parroquias, también estuvieron presentes el alcalde de Manzaneda, Amable Fernández, y familiares del Padre Carlos Salazar, quienes no quisieron dejar de arroparlo en la celebración.
La llegada del nuevo sacerdote a estas parroquias representa una nueva etapa en la vida religiosa y comunitaria de las zonas de Manzaneda y Trives, donde él mismo espera, con dedicación y esfuerzo, fortalecer la comarca y hacerse a ella: “Un cura que se sienta con la gente y camina con su gente hace iglesia”, concluía
