El alcalde, Álvarez Barreiro, insta a los voluntarios a limpiar todas las plantas de 'O Bañadoiro'

Las algas retiradas de O Barco atoran el Sil en Vilamartín

'Rabazas' arrastradas por el Sil a la desembocadura del arroyo de San Vicente (Vilamartín). (Foto: J.C.)
Las orillas del Sil, en el área recreativa de O Bañadoiro (Vilamartín), comienzan a llenarse de las plantas acuáticas denominadas 'rabazas'. Proceden del tramo barquense del río, donde está ubicada la playa fluvial, por lo que el alcalde vilamartinés, Enrique Álvarez Barreiro, solicitará la ayuda del Concello de O Barco para retirarlas.
El problema comenzó a fraguarse el pasado domingo, 8 de julio. cuando un centenar de voluntarios acudía a la llamada del Concello barquense y arrancaba la vegetación fluvial de la playa. Muchas plantas fueron llevadas hacia la orilla, donde una camioneta las recogió para transportarlas hasta la planta municipal de compostaje para, una vez aquí, transformarlas en abono vegetal. Pero no todas tuvieron este final. Otras muchas flotaron aguas abajo, deteniéndose en las orillas de la zona lúdica por excelencia del pueblo de Vilamartín.

Enrique Álvarez Barreiro, alcalde de Vilamartín, visitó ayer las orillas del río para analizar la magnitud del problema. 'Se van a quedar estancadas y se van a pudrir. Ahora, tendremos que pedir voluntarios nosotros. Tendré una reunión con Protección Civil y solicitaremos ayuda. En O Barco se demostró que la gente ayuda, y eso es bueno, pero a lo mejor había que arrancarlas en cuatro días en lugar de dos y llevarlas a la orilla', dijo el regidor, quien descartó una posible intencionalidad en los voluntarios barquenses. 'Posiblemente, pensaron que las rabazas se hundirían', apuntó.

El alcalde barquense, Alfredo García, desconocía ayer la situación que se está dando en el Concello situado aguas abajo del Sil. Reconoció que 'algunas plantas se marcharon por el río. Todas es imposible sacarlas hacia la orilla', explicó. También rechazó cualquier posible intencionalidad en los hechos y apuntó que hubo vecinos que arrancaron 'rabazas' de forma incontrolada. En todo caso, los voluntarios volvieron a ser convocados para el próximo domingo, 15 de julio, fecha en la que sí se extremará el cuidado en la recogida.

La retirada de la vegetación fue realizada tras numerosas quejas vecinales. Su proliferación impide el baño y la práctica de deportes como la pesca o el piragüismo en la playa fluvial. Además, al pudrirse, provocan un fuerte mal olor y la aparición de nubes de mosquitos.

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