VALDEORRAS

Arranca la retirada de los nidos de procesionaria en el Malecón

Malecón O Barco
photo_camera Uno de los pinos de O Barco afectados por el brote de procesionaria.

Los dueños de mascotas habían mostrado su preocupación por el importante brote de los últimos días

Las advertencias de algunos usuarios del parque botánico del Paseo do Malecón barquense llevó al Concello a determinar la retirada de aproximadamente una docena de nidos de procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) de árboles del jardín botánico. Los trabajos de eliminación comenzaron este miércoles y los operarios municipales recibieron el apoyo de los bomberos del Consorcio contra Incendios e de Salvamento de Ourense, con base en A Rúa. Este desplazó la autoescalera hasta el área recreativa para hacer posible acceder a las partes más altas de los cedros.

Durante la jornada de este miércoles, los operarios municipales retiraron una docena de nidos. Además, levantaron los bolardos que impiden acceso de vehículos a los paseos del parque botánico. Esta actuación  permitirá acceder al coche con elevador que utilizan los electricistas municipales, posibilitando la eliminación de otros tres.

El alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, explicó que el Concello no tiene conocimiento de que alguna mascota pudiese haber resultado afectada por la oruga. También apuntó que los trabajadores simplemente tuvieron que retirar aquellas ramas en las que fueron detectados los nidos.

El peligro que entraña la oruga procesionaria para las mascotas es bien conocido por los veterinarios valdeorreses, que todos los años suelen atender varios casos de animales en estado grave por haber contactado o ingerido pelos urticantes de las orugas, aunque también puede afectar a las personas, especialmente a los niños, cuando juegan en estas áreas recreativas.

"É algo habitual. Os donos das mascotas deben acudir inmediatamente a un veterinario", explicó Manuel Fernández López, de la clínica veterinaria "Arume", en O Barco. Este profesional añadió que en estos meses suele atender varios animales. Estos pueden sufrir necrosis en la lengua, que es perforada . "Só con oler os pelos que deixan as orugas poden sufrir un shock anafiláctico", explicó. Entre enero y abril, cuando las larvas bajan al suelo para enterrarse, antes de convertirse en mariposas, los dueños de perros deben tomar ciertas precauciones y llevar la mascota amarrada si recorren zonas con pinos o cedros que puedan estar infectadas por la plaga, o bien evitar los paseos por estos parajes, si les es posible.

Si un perro contacta con pelos de la oruga, es aconsejable lavar con agua templada la zona afectada, pues el calor destruye la toxina. Después, deberá acudir al veterinario para su tratamiento.

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