No todas las partes del antiguo matadero están en ruinas. El Concello recuperó una zona del mismo para guardar la maquinaria de las brigadas municipales.
La antigua cubierta de pizarra del matadero municipal de O Barco, una industria que cerró sus puertas en 2003, será sustituida. Esta actuación, que anunció el concejal de Obras e Parques Infantís, Miguel Neira Ojea, pretende evitar el peligro que entrañaba su deficiente estado de conservación. La posibilidad de que el tejado se venga abajo fue determinante a la hora de llevar al Concello a decidir su demolición.
El cierre de puertas y ventanas no impide el acceso de un buen número de niños del barrio de las Casas Baratas, que eligen las ruinas de la antigua instalación febril como escenario de sus juegos, a pesar de los hierros y cascotes que proliferan en su intrior. Esta situación hace tiempo que preocupa a los habitantes de esta zona y también a los concejales. "Estaba moi perigoso", explicó Miguel Neira.
Los trabajos ya comenzaron. El tejado actual, construido con madera y pizarra, comenzó a ser retirado por una brigada de trabajadores. Una vez finalizada esta labor, la construcción volverá a ser cubierta, pero esta vez con chapa de color negro.
No todas las partes del antiguo matadero están en ruinas. El Concello recuperó una zona del mismo para guardar la maquinaria de las brigadas municipales.
Este no es el único uso que el Concello hace de este lugar, en el que llegaron a trabajar 30 personas y que generó hasta 50 empleos. Son muchos los camioneros y conductores aprovechan la explanada de este recinto industrial para estacionar en ella sus vehículos.n
