Cinco años después de que el Parlamento gallego reconociese oficialmente el Camiño de Inverno, al incluirlo en la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia, su trazado continúa generando controversias. Una de ellas la protagoniza el Concello de O Barco de Valdeorras al reclamar el cambio de la ruta a su paso por la villa. A su vez, en Vilamartín y A Rúa se discute por el camino que deben recorrer los peregrinos en su viaje hacia Santiago.
Estos y otros problemas fueron puestos sobre la mesa en la videoconferencia que convocó el director de Administración y Relacións coas Asociacións de Amigos do Camiño de Santiago, Ildefonso de la Campa Montenegro, con la directiva de la Asociación de Concellos do Camiño de Inverno, según apuntó el alcalde vilamartinés, Enrique Álvarez Barreiro.
En el caso barquense, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural definió un trazado que sigue la travesía de la N-536 por la villa, es decir, a lo largo de las avenidas de Manuel Quiroga, Marcelino Suárez y Conde de Fenosa. La ruta oficial conecta con la avenida de Eulogio Fernández por la rúa Ourense para, a partir de ahí, abandonar la localidad camino de A Proba.
"Me enteré del trazado cuando lo publicó la Xunta", comentó el alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, quien recientemente invitaba a los técnicos enviados para mejorar la señalización a conocer las calles de San Roque y Real, además del Paseo do Malecón, para convencerlos de que esta ruta debería ser la oficial, dejando la que cruza el centro de la villa como alternativa. Un escrito con esta misma petición ya salió hacia la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, donde parecen verla con buenos ojos, según la impresión del regidor.
Entre los argumentos que esgrimió el regidor barquense sobresalen las ayudas para la rehabilitación de viviendas que acaba de convocar la Xunta y que podrían dejar fuera a los vecinos del casco viejo barquense. "Necesitamos que pase por ahí", afirmó Alfredo García.
Vilamartín y a rúa riñen por 300 metros
El Camiño de Inverno también enfrenta a los alcaldes de A Rúa y Vilamartín. Difieren en el itinerario que deberán seguir los peregrinos para evitar el peligro que entrañan 300 metros de la OU-603. Lo flanquean un pronunciado desnivel y un talud, que obligan a los caminantes a utilizar la calzada de la infraestructura. Desde el Concello vilamartinés, Enrique Álvarez Barreiro defiende la memoria que, valorada en 400.000 euros y consistente en una acera volada, recibió el beneplácito de la Xunta hace cuatro años. "Gustaríanos que retomase o proxecto", afirmó. En A Rúa, Álvaro Fernández López, plantea llevar el Camiño por Pedrazais. "Una obra de la envergadura de la acera volada se tardaría en aprobar y lo importante es la seguridad de los peregrinos", afirmó.
Nueve concellos reclaman una variante hacia la Ribeira Sacra
Los concellos de Larouco y Petín reivindicarán una variante del Camiño de Inverno con una andaina. Esperarán a que mejore la crisis sanitaria y al acondicionamiento del camino para organizar la marcha que recorrerá un tramo del trazado, según apuntaron la alcaldesa de Larouco, Patricia Lamela Rodríguez, y el teniente de alcalde petinés, Amancio Díaz Jiménez.
Sus planes dibujan un trazado muy similar al de la Vía Nova. Amancio Díaz aseguró que llevan más de un año trabajando en su preparación y aseguró que existe documentación datada en el siglo XVI que recoge la Vía Nova como recorrido alternativo del Camiño de Inverno.
La variante parte del puente de la Cigarrosa y fue trazada por los concellos que acaban de presentar la agrupación Camiño de Augas Sacras: en A Rúa y Petín, y pasa por Larouco, Trives, San Xoán de Río, Castro Caldelas, A Teixeira, Sober y Monforte.
