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El Bloque se estrena en Viana do Bolo pero gobernará en minoría

La negociación con el único edil del PSOE no prosperó pero apoyó la investidura

Al final la negociación encalló y no fue posible un acuerdo entre el BNG (cinco ediles) y el PSOE (uno) para sellar un gobierno bipartito. Aun así, el socialista Jesús Salgado apoyó la investidura del nacionalista Secundino Fernández Fernández (47 años) como alcalde de Viana do Bolo para los próximos cuatro años.

La irrupción del BNG en el Gobierno local pone fin a 12 años de hegemonía del PP comandado por Andrés Montesinos Rodríguez, al tiempo que refrenda el avance del nacionalismo en este concello de montaña, lindante con el Macizo Central.

En las elecciones municipales de mayo, la organización frentista consiguió cinco ediles al obtener 810 votos (en 2011, 567 apoyos que se tradujeron en tres concejales), acercándose al techo de cristal de los votantes del PP -917 sufragios en 2015-. Algo inaudito en un concello tradicionalmente de derechas.

Precisamente, el refrendo en las urnas se traduce ahora en compromiso. "É a primeira vez que o BNG goberna en Viana, pero tamén é a primera vez que unha organización política que non sexa o PP obtén esa porcentaxe de votos, por eso temos unha enorme responsabilidade cos veciños e veciñas de Viana", asegura Secundino Fernández.

Este ingeniero técnico agrícola, oriundo de A Fonsagrada (Lugo), quien estuvo los últimos casi seis años en la oposición, se decantó por un discurso amistoso en la toma de posesión. Por eso, exhortó a dejar de lado el individualismo a favor del bien común, invitando a la oposición a construir en favor de todos los vecinos. "O BNG quere facer un goberno basado no traballo en común, porque a Casa do Concello é de todos ", indicó el primer edil.

En su alocución, también dejó la puerta abierta al PSOE, consciente de que necesita a su único edil para evitar que su gobierno en minoría sea torpedeado desde las trinchera por el PP. "Non temos maioría absoluta -recordó Secundino Fernández- e temos que falar con todos os grupos, sobre todo co PSOE, que é o máis próximo ó noso ideario".

El escollo principal, a priori insalvable, es la pretensión del socialista de asumir una única tenencia de alcaldía. El BNG le ofreció la segunda, entrar en la comisión de gobienro, una concejalía así como formar parte de la comisión de personal y la mesa de contratación. Más representación, a juicio del regidor, supondría "terxiversar o voto popular".

A partir del lunes, toca el traspaso del despacho del número 14 de la calle Constitución y comenzar a organizar el reparto de tareas. Fernández, según dice, aún no sabe si compaginar el consistorio con su trabajo en la oficina agraria comarcal o declinarse por un dedicación exclusiva. En todo caso, tendrá que negociar.

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