El calor provoca el adelanto del desarrollo de los viñedos de Ourense

Pámpanos de cepas en una viña de O Barco de Valdeorras.
photo_camera Pámpanos de cepas en una viña de O Barco de Valdeorras.
La maduración de las vides se ha anticipado dos semanas respecto a la evolución normal por el calor en Ourense

Las altas temperaturas de las últimas semanas adelantan de nuevo el desarrollo de las viñas, incluso superando al que habían alcanzado a estas alturas del año en 2022, un ejercicio que está considerado entre los más madrugadores de la Denominación de Orixe Valdeorras y que adelantó el inicio de la vendimia al 23 de agosto. “Va algo más adelantada este año. La vendimia podría comenzar a mediados de agosto”, comentaron fuentes del sector vitivinícola de O Barco. En este sentido, estimaron que el crecimiento de las plantas lleva entre 10 y 15 días de adelanto respecto a la cosecha de un ejercicio normal y aproximadamente cinco sobre el último año. 

Precisamente, esa falta de humedad llevaba a los viticultores de la comarca a aplicar tratamientos de azufre en polvo, según confirmaron en el Consello Regulador valdeorrés. Con este producto pretenden evitar la aparición del oidio, un hongo que precisa poca humedad y que está obligando a los viticultores a tratar aquellos viñedos que fueron víctimas de su ataque la campaña pasada.

Las escasas precipitaciones tuvieron un efecto favorable al reducir el peligro del temido mildiu, un hongo cuya aparición se rige por la regla de los tres 10: más de 10 centímetros de pámpano (zona verde de la planta que puede acusar el ataque), 10 grados de temperatura mínima y, finalmente, 10 milímetros de precipitación.

En todo caso, los productores deberán estar atentos a las condiciones meteorológicas de los próximos días, aunque en un principio parece difícil que la lluvia haga acto de presencia y, si lo hace, será en forma de tormentas muy localizadas. En el sector, también encuentran difícil que las heladas puedan hacer acto de presencia. En este sentido, fuentes de los productores apuntaron que, históricamente, a partir del 10 de abril, el peligro de una brusca caída de las temperaturas llega a desaparecer.

El cambio climático lleva a plantar en zonas altas

La escasez de lluvias introduce importantes cambios en el cultivo de la vid, los cuales no se limitan al adelanto de la vendimia, una campaña que en Valdeorras solía coincidir en septiembre y que ya es frecuente comenzarla en el mes de agosto. Además, las bodegas y viticultores que impulsan nuevas plantaciones apuestan por terrenos situados a mayor altitud, “donde antes no maduraba la uva”, según indicaron fuentes del sector, quienes atribuyen a este cambio en la localización de los viñedos a “una estrategia para combatir el cambio climático”. En este sentido, el mayor problema para el sector se presenta en forma de sequía, pues “los racimos no desarrollarán por falta de humedad”. Aunque es pronto para evaluar la próxima campaña, la brotación “es normal”.

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