El atleta del Adas Proinor Carlos Revuelta Méndez superó este domingo el reto que se había fijado: dar 250 vueltas a las pistas de Calabagueiros (O Barco), o lo que es lo mismo, recorrer una distancia de 100 kilómetros. El último español que superó este reto lo hizo en 1975.
Carlos Revuelta, que compite dentro de la categoría de mayores de 50 años (tiene 52), comenzó a correr a las 9,00 horas y no paró hasta casi las 22,00 horas. Habían pasado 12 horas y 49 minutos cuando se detuvo ante la cinta para agradecer los muchos ánimos que recibió durante toda la jornada.
El veterano deportista de O Barco no sólo superó el reto con el que comenzó la jornada. Además, lo hizo en menos tiempo del que había previsto: 14 horas. De corroborar la validez del registro de 12 horas y 49 minutos se encargaron los jueces de la delegación valdeorresa de la Federación Galega de Atletismo. El reto tuvo carácter oficioso, pues no se solicitó su inclusión en el calendario de pruebas. Esta circunstancia es una mera anécdota para la hazaña que logró el atleta del Adas.
El atleta barquense no estuvo solo sobre la pista. Durante las casi trece horas, su familia, compañeros del Adas Proinor y amigos se fueron turnando para acompañarle durante algunos metros y para ellos fueron sus primeras palabras de agradecimiento. Después llegaron el champán y las fotos del 'yo estuve ahí'.
El veterano deportista de O Barco no sólo superó el reto con el que comenzó la jornada. Además, lo hizo en menos tiempo del que había previsto: 14 horas. De corroborar la validez del registro de 12 horas y 49 minutos se encargaron los jueces de la delegación valdeorresa de la Federación Galega de Atletismo. El reto tuvo carácter oficioso, pues no se solicitó su inclusión en el calendario de pruebas. Esta circunstancia es una mera anécdota para la hazaña que logró el atleta del Adas.
El atleta barquense no estuvo solo sobre la pista. Durante las casi trece horas, su familia, compañeros del Adas Proinor y amigos se fueron turnando para acompañarle durante algunos metros y para ellos fueron sus primeras palabras de agradecimiento. Después llegaron el champán y las fotos del 'yo estuve ahí'.
