El fondo norteamericano que negocia por la valdeorresa Cupa tiene presencia en varios sectores
Carlyle es un fondo de inversión americano de extraordinaria capacidad para entrar en el accionariado de empresas de todos los sectores. Su propósito es participar en compañías de las que acaba retirándose cuando puede recoger fuertes plusvalías, si todo sale según lo previsto.
Su interés por el gigante pizarrero Cupa no es un capricho. Al contrario. Carlyle ha salido de compras y ha analizado los riesgos de una empresa de tanto recorrido como la corporación que tiene su sede en Valdeorras. A su favor en el caso de Cupa tiene dos circunstancias: entre las familias propietarias hay fuertes discrepancias que perjudican la toma de decisiones estratégicas y, por otra parte, Abanca se desprende del 20% del capital que aún tiene en su poder.
Y, además, es uno de los fondos con más recorrido. Sin duda, también ambicioso en sus operaciones. Según los cálculos que hacen diferentes especialistas del sector, el gigante americano cuenta con activos de más de 30.000 millones de euros y ha protagonizando en los últimos meses algunas operaciones importantes en España.
Algunas compras
Hace unas fechas que la sociedad Azul Holding, que está controlada por Carlyle, se ha desprendido del 13,97% del capital de Applus, una compañía con presencia internacional para inspección, ensayos y certificación. Vendió a 7,85 euros cada una de las acciones e ingresó 142 millones de euros, marchándose del grupo.
El citado fondo de inversión también está apostando por entrar en la empresa catalana Agrolimen, grupo familiar que ha decido vender la filial de restauración EatOut (con la marca Pans&Company) e ingresar con la operación 120 millones de euros. En esta ocasión Carlyle es uno de los fondos que han sido invitados a presentar ofertas, pero la decisión no ha sido tomada.
No siempre la presentación de ofertas ha dado lugar a resultados positivos. Por ejemplo, optaba a la compra de Parques Runidos (un operador de parques de ocio con intereses en varios países), pero su oferta no ha cuajado. Llegó a tener participaciones en compañías como Telecable o Palacios, una empresa del sector alimentario de La Rioja.
Se trata de algunos ejemplos de la presencia del grupo Carlyle en España. Dirige sus operaciones desde una oficina que tiene en Barcelona, que funciona como una división dentro de un grupo con presencia en varios países de Europa, Asia o América. Es precisamente este último continente en donde nació este fondo de inversión en el que trabajaron personalidades de primera línea del gobierno de los Estados Unidos. Ahora sus objetivos están en medio mundo. También en Ourense.
Cautela en Valdeorras ante la posible venta de Cupa Group
Carlyle es un fondo de inversión americano de extraordinaria capacidad para entrar en el accionariado de empresas de todos los sectores. Su propósito es participar en compañías de las que acaba retirándose cuando puede recoger fuertes plusvalías, si todo sale según lo previsto.
Su interés por el gigante pizarrero Cupa no es un capricho. Al contrario. Carlyle ha salido de compras y ha analizado los riesgos de una empresa de tanto recorrido como la corporación que tiene su sede en Valdeorras. A su favor en el caso de Cupa tiene dos circunstancias: entre las familias propietarias hay fuertes discrepancias que perjudican la toma de decisiones estratégicas y, por otra parte, Abanca se desprende del 20% del capital que aún tiene en su poder.
Y, además, es uno de los fondos con más recorrido. Sin duda, también ambicioso en sus operaciones. Según los cálculos que hacen diferentes especialistas del sector, el gigante americano cuenta con activos de más de 30.000 millones de euros y ha protagonizando en los últimos meses algunas operaciones importantes en España.
ALGUNAS COMPRAS
Hace unas fechas que la sociedad Azul Holding, que está controlada por Carlyle, se ha desprendido del 13,97% del capital de Applus, una compañía con presencia internacional para inspección, ensayos y certificación. Vendió a 7,85 euros cada una de las acciones e ingresó 142 millones de euros, marchándose del grupo.
El citado fondo de inversión también está apostando por entrar en la empresa catalana Agrolimen, grupo familiar que ha decido vender la filial de restauración EatOut (con la marca Pans&Company) e ingresar con la operación 120 millones de euros. En esta ocasión Carlyle es uno de los fondos que han sido invitados a presentar ofertas, pero la decisión no ha sido tomada.
No siempre la presentación de ofertas ha dado lugar a resultados positivos. Por ejemplo, optaba a la compra de Parques Runidos (un operador de parques de ocio con intereses en varios países), pero su oferta no ha cuajado. Llegó a tener participaciones en compañías como Telecable o Palacios, una empresa del sector alimentario de La Rioja.
Se trata de algunos ejemplos de la presencia del grupo Carlyle en España. Dirige sus operaciones desde una oficina que tiene en Barcelona, que funciona como una división dentro de un grupo con presencia en varios países de Europa, Asia o América. Es precisamente este último continente en donde nació este fondo de inversión en el que trabajaron personalidades de primera línea del gobierno de los Estados Unidos. Ahora sus objetivos están en medio mundo. También en Ourense.
