DESPERFECTOS

Un centenar de edificios 
de O Barco amenazan ruina

El casco viejo de la villa es la zona que ofrece mayor deterioro, con una veintena de construcciones

Las construcciones en ruinas comienzan a ser un serio problema para el Concello de O Barco. Los servicios técnicos manejan un centenar de expedientes en un intento de frenar un proceso de deterioro que amenaza a la seguridad de los vecinos, aunque todos coinciden en que son muchos más los inmuebles que están en muy mal estado. Muchos están ubicados en las aldeas (solo en Cesures hay 19 expedientes abiertos), pero también hay en la villa y, especialmente, en el casco viejo. En sus calles pueden encontrarse 21 casas en grave estado de deterioro.

En la mayoría de los casos, los expedientes son de ruina parcial y fueron abiertos debido al mal estado en que se encuentra alguna parte de las construcciones, como un balcón o el tejado. Pero también los hay que, debido a las deficiencias en que se encuentra, no dejan otra opción al propietario que derribar los restos que aún permanecen en pie.

"Tenemos muchas construcciones en ruinas y vamos a intentar darles un empujón", dijo ayer el alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez. "Hay alrededor de 100 expedientes abiertos y los tenemos que ir resolviendo, pero lleva su tiempo", añadió. El regidor resaltó la colaboración que el Concello está encontrando en los propietarios. "Algunos responden bien y preferimos que se encarguen de las obras los dueños", dijo.



COLABORACIÓN

Esta línea de colaboración también fue destacada por el concejal de Medio Rural e Cemiterio, Luis Arias Fernández. "La gente se está moviendo a realizar los arreglos. Se trata de que quiten el peligro, pues en la mayor parte de los casos, solo presenta deficiencias una parte de la casa", explicó.

El edil expuso dos causas de la ruina que amenaza a las construcciones. La primera la comparten la villa y las aldeas y alude a los inmuebles heredados, cuyos titulares no se ponen de acuerdo a la hora de realizar los arreglos. "No partieron las propiedades y el uno por el otro y la casa sin barrer. Los que tienen la titularidad no las dejan caer", explicó. El segundo motivo de la proliferación de construcciones en ruinas lo encontró en el proceso de abandono del rural. "La gente abandonó los pueblos", explicó Luis Arias.

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