La caída de un chopo de gran altura sobre el paseo peatonal de la orilla del Sil, en el tramo del Malecón, de O Barco de Valdeorras, hizo saltar la alarma de los muchos vecinos que acostumbran a disfrutar de sus ratos de ocio en esta zona verde de la villa. Afortunadamente, el suceso ocurrió durante la madrugada del jueves, por lo que se saldó sin ningún accidentado.
A primera hora de la mañana, una brigada de trabajadores del Concello barquense se desplazó hasta el lugar donde cayó el árbol para proceder a su retirada con la ayuda de una motosierra.
Los vecinos de la zona no fueron los únicos que mostraron su preocupación por la caída del árbol, también en el Concello saltaron todas las alarmas ante la posibilidad de que hubiese tenido alguna víctima. “Grazas a que caeu de noite!”, comentó a este respecto la concejala Diana Urdangaray Díaz. Apuntó que no es el primer ejemplar de chopo del Malecón que se viene abajo y que en la última primavera también cayó otro.
La caída de ese primer árbol llevó a la concejala de Medio Ambiente a recoger una pequeña muestra de los muchos chopos de gran altura que crecen en esta orilla derecha del Sil a pesar de no ser árboles de ribera. Posteriormente, todo el material recogido en las catas fue enviado a la pontevedresa Estación Fitopatolóxica do Areeiro para que sus técnicos lo analizasen.
Los resultados ya están en manos de la Concejalía de Medio Ambiente, cuya titular fue contundente al apuntar que todas las muestras enviadas dieron positivo a diferentes hongos. Explicó que su proximidad al río Sil impide la aplicación de tratamientos, pues las filtraciones alcanzarían sus aguas. Esta circunstancia obligará a proceder a su tala, que será realizada en otoño.
Nueva plantación
Diana Urdangaray explicó que el Concello enviará un escrito a la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, al objeto de informar del mal estado de los chopos y pedir permiso para talarlos. Paralelamente, solicitará la autorización de este mismo organismo responsable de la cuenca para la plantación de ejemplares adaptados a las riberas de los cauces, que aún están por determinar.
