Comerciantes y hosteleros confirman el fracaso de la alternativa ofrecida por Fomento, la N-536

El cierre de la N-120 reduce los desplazamientos a Ponferrada

Ángel Álvarez, portavoz de los hosteleros del Centro Comercial Aberto de O Barco.
El cierre al tráfico del túnel de La Barosa (León) paralizó los desplazamientos de un buen número de valdeorreses que aprovechaba los días libres para viajar a Ponferrada, acudir a sus locales de ocio y hacer compras en sus superficies comerciales. Desde que el Ministerio de Fomento planteó utilizar la carretera N-536 entre O Barco y La Barosa como alternativa a la N-120, la mayoría de las familias de Valdeorras cambió su visita a la capital berciana por los paseos por las calles de su pueblo.
Ángel Álvarez Núñez, portavoz del sector hostelero en el Centro Comercial de O Barco, indicó que varios empresarios le confirmaron haber apreciado un aumento de su clientela. 'La gente se queda más en la zona. La que hacía escapadas ahora permanece aquí', dijo.

El peligro que entraña circular por la vieja y sinuosa N-536, por la que diariamente circulan cientos de vehículos, muchos de ellos de transporte pesado, desanimó a muchos barquenses, que decidieron cambiar las visitas al Bierzo por permanecer en su villa. Pese a ello, el hostelero de O Barco matiza que este cambio de actitud no es general y aún hay quien sigue acudiendo a su cita de los fines de semana con la capital del Bierzo, a pesar de los inconvenientes del desplazamiento.

La crisis afectó seriamente a la economía de las familias de Valdeorras, que no se pueden permitir demasiadas alegrías. Con el corte de la carretera N-120, que comenzó el pasado 26 de septiembre y que debería finalizar antes de Navidad -según el Ministerio de Fomento-, muchos gastos que los valdeorreses realizaban en Ponferrada, ahora se quedan en la comarca.

La presidenta del Centro Comercial Aberto, Rosario López García, coincide en señalar el rechazo de los usuarios de la N-120 a ir por la N-536. 'La gente ahora no se va, se acomodó y prefiere quedarse. Ahora pasea por la villa', dijo.

Esta situación se reflejó en un aumento de la actividad en los bares y comercios de O Barco, en detrimento de los negocios bercianos.

Pese al aumento de sus ventas, los empresarios valdeorreses distan mucho de estar contentos con el cierre de la N-120. 'Yo tengo que ir a coger el autobús a Ponferrada y voy por la N-536', comentó Rosario López. Es consciente de que este viaje supone un rodeo tortuoso que conlleva unos 30 minutos y el consiguiente incremento del gasto de combustible. 'Los repartidores que vienen se quejan del desvío', afirmó.

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