La crisis de la construcción provocó un descenso del 70% en la colocación de pizarra, según las estimaciones de la Asociación Nacional de Colocadores. Los socios capean la solución reduciendo las plantillas y aguardando por una recuperación de un sector que da trabajo a medio millar de trabajadores y que ya tocó fondo, según su presidente, Miguel Ángel Fernández.
Hace meses que la Asociación Nacional de Colocadores de Pizarra no tiene noticias de nuevas normas urbanísticas prohibiendo el uso de esta roca. Lo anunció ayer su presidente, Miguel Ángel Fernández García, poco después de ser reelegido para el cargo. Por sí solo, el anuncio es más que positivo para un colectivo que lleva años reclamando que se retiren las restricciones que penalizan el uso de este material. Sin embargo, el vicepresidente, Álvaro Blanco, aleja de un plumazo el más mínimo optimismo al decir que non xurden máis prohibicións porque non se constrúe. Non se ve obra nova ningunha.
Las estimaciones de la asociación indican que la crisis de la Construcción provocó un descenso de casi un 70% en la actividad, una reducción más que considerable para un colectivo que emplea a aproximadamente medio millar de trabajadores. Esta disminución de no se tradujo en el cierre de empresas, pero sí en la pérdida de un buen número de empleos. Al ser autónomos, más que cerrar empresas provocó una bajada de la actividad. Plantillas de seis trabajadores se quedaron en dos, comentó Miguel Ángel Fernández.
El presidente piensa que el colectivo ya tocó fondo, pero se teme que la mejoría no será rápida. La Construcción está muy afectada y tardará en volver a subir, afirmó.
Estas explicaciones las dio minutos después de finalizar una asamblea, a la que acudieron profesionales de Madrid, Cataluña, País Vasco y Galicia, reuniendo el 60% de casi medio centenar de asociados.
Los asistentes a la cita dieron luz verde a trasladar la Festa do Colocador al pueblo de A Proba (O Barco), en cuya rotonda pretenden colocar un monumento alusivo a la profesión, para cuya realización convocarán un concurso de ideas. Además, acordaron negociar un convenio con la Asociación de Trabajadores Autónomos de España.
Las estimaciones de la asociación indican que la crisis de la Construcción provocó un descenso de casi un 70% en la actividad, una reducción más que considerable para un colectivo que emplea a aproximadamente medio millar de trabajadores. Esta disminución de no se tradujo en el cierre de empresas, pero sí en la pérdida de un buen número de empleos. Al ser autónomos, más que cerrar empresas provocó una bajada de la actividad. Plantillas de seis trabajadores se quedaron en dos, comentó Miguel Ángel Fernández.
El presidente piensa que el colectivo ya tocó fondo, pero se teme que la mejoría no será rápida. La Construcción está muy afectada y tardará en volver a subir, afirmó.
Estas explicaciones las dio minutos después de finalizar una asamblea, a la que acudieron profesionales de Madrid, Cataluña, País Vasco y Galicia, reuniendo el 60% de casi medio centenar de asociados.
Los asistentes a la cita dieron luz verde a trasladar la Festa do Colocador al pueblo de A Proba (O Barco), en cuya rotonda pretenden colocar un monumento alusivo a la profesión, para cuya realización convocarán un concurso de ideas. Además, acordaron negociar un convenio con la Asociación de Trabajadores Autónomos de España.
