A los vecinos de A Rúa apenas les causan extrañeza los cortes del agua de la traída. Acabaron por acostumbrarse a un problema que se arrastra desde hace años y que es consecuencia de la antigüedad de una red de tuberías de fibrocemento, que en muchas zonas fue construida en 1953, hace ya más de medio siglo. El aumento de la presión que supuso la nueva traída de Santoalla propicia que se produzcan fugas casi a diario.
Para paliar este problema, el alcalde del PSdeG-PSOE, Luis Fernández Gudiña, adquirió un detector de fugas por ondas de sonido. 'É imprescindible para non estropear a rúa', comentó el regidor. Añadió que la zona más perjudicada por los cortes es la comprendida entre el barrio de San Roque y el cruce de la calle Circunvalación.
El nuevo equipo tuvo un coste aproximado de 5.000 euros. El portavoz de la oposición 'popular', Avelino García, considera que ésta no es la solución; 'ésta sólo pasa por realizar una inversión grande para cambiar toda la tubería'.
El edil 'popular' apuntó que 'se habló muchas veces de cambiar todo, pero nunca se hizo'. Además, aseguró que la mayor apuesta por la renovación de las tuberías se desarrolló hace más de 10 años, durante el mandato del fallecido José Antonio Míguez Freire. 'En aquel momento se invirtieron 300 millones de las viejas pesetas -1,8 millones de euros-', apuntó.
El nuevo equipo tuvo un coste aproximado de 5.000 euros. El portavoz de la oposición 'popular', Avelino García, considera que ésta no es la solución; 'ésta sólo pasa por realizar una inversión grande para cambiar toda la tubería'.
El edil 'popular' apuntó que 'se habló muchas veces de cambiar todo, pero nunca se hizo'. Además, aseguró que la mayor apuesta por la renovación de las tuberías se desarrolló hace más de 10 años, durante el mandato del fallecido José Antonio Míguez Freire. 'En aquel momento se invirtieron 300 millones de las viejas pesetas -1,8 millones de euros-', apuntó.
