Los trabajadores que iniciaron la demolición interior del edificio de la sede barquense de los empresarios y los sindicatos tuvieron cuidado de no tocar las fachadas, que respeta el proyecto de reforma.
Sin embargo, todos estos esmeros no sirvieron de nada, pues el mal estado de la cimentación obliga a echar abajo toda la construcción. El arquitecto del Ministerio de Trabajo que dirige la obra descartó consolidar los cimientos al no estar garantizada su estabilización en un futuro. Ante este problema, el pasado 5 de julio, solicitó el permiso del Ministerio para modificar el proyecto, una autorización que fue aceptada 12 días después.
El derribo del edificio comenzará en los próximos días y las fachadas de la nueva construcción tendrán los mismos rasgos estéticos que el original, manteniéndose el presupuesto de 536.605 euros, así como el plazo de ejecución, según el Concello que gobierna el socialista Alfredo García Rodríguez.
Las deficiencias que presentan los muros construidos con piedras que sirven de cimientos al edificio fueron detectadas a principios de mes durante la realización de catas en la planta baja. Los trabajos sacaron a la luz 'un terreno cuyas características no permiten la solución constructiva de cimentación y estructura proyectadas', según dice el informe del arquitecto. El estudio descarta el 'arriostramiento' o estabilización de los muros construidos con piedras. Además, aconseja desalojar el antiguo polideportivo municipal colindante mientras se desarrollan las obras.
Este cambio de planes se suma a las numerosas dificultades e imprevistos que acumula un proyecto que mereció una intervención parlamentaria en el Congreso. La formuló el pasado mes de abril el diputado ourensano del PP Celso Delgado Arce, que criticaba el retraso de la ejecución. Ayer mismo, el portavoz municipal 'popular', Moisés Blanco Paradelo, criticaba la paralización de los trabajos.
IMPREVISTOS
La restauración del edificio, que reclamaron insistentemente sindicatos y empresarios, comenzó a tomar forma el 26 de febrero del 2008. En esa fecha, el Ministerio de Trabajo convocó el concurso de reforma del edificio, que adjudicó el 11 de julio de ese mismo año a la UTE (Unión Temporal de Empresas) que formaron Cobra Instalaciones y Servicios SA y Luvesa. Poco después, los problemas económicos de esta última empresa obligaban a asumir la obra en solitario a Cobra Instalaciones y Servicios SA, que comenzó los trabajos el 28 de octubre del 2009. En las últimas semanas, los agentes sociales mostraban su inquietud ante la suspensión de la obra, ignorando que ésta fue acordada al aflorar las deficiencias de la cimentación.
En octubre del 2008 los sindicatos UGT, CIG y CC.OO., junto a la patronal de Aeva (Asociación Empresarial de Valdeorras) se mudaron a la segunda planta del nuevo Consistorio barquense. El traslado tiene carácter temporal, en tanto no se les devuelven sus sedes, aunque pasan los meses y no ven llegada la fecha de regresar.
El derribo del edificio comenzará en los próximos días y las fachadas de la nueva construcción tendrán los mismos rasgos estéticos que el original, manteniéndose el presupuesto de 536.605 euros, así como el plazo de ejecución, según el Concello que gobierna el socialista Alfredo García Rodríguez.
Las deficiencias que presentan los muros construidos con piedras que sirven de cimientos al edificio fueron detectadas a principios de mes durante la realización de catas en la planta baja. Los trabajos sacaron a la luz 'un terreno cuyas características no permiten la solución constructiva de cimentación y estructura proyectadas', según dice el informe del arquitecto. El estudio descarta el 'arriostramiento' o estabilización de los muros construidos con piedras. Además, aconseja desalojar el antiguo polideportivo municipal colindante mientras se desarrollan las obras.
Este cambio de planes se suma a las numerosas dificultades e imprevistos que acumula un proyecto que mereció una intervención parlamentaria en el Congreso. La formuló el pasado mes de abril el diputado ourensano del PP Celso Delgado Arce, que criticaba el retraso de la ejecución. Ayer mismo, el portavoz municipal 'popular', Moisés Blanco Paradelo, criticaba la paralización de los trabajos.
IMPREVISTOS
La restauración del edificio, que reclamaron insistentemente sindicatos y empresarios, comenzó a tomar forma el 26 de febrero del 2008. En esa fecha, el Ministerio de Trabajo convocó el concurso de reforma del edificio, que adjudicó el 11 de julio de ese mismo año a la UTE (Unión Temporal de Empresas) que formaron Cobra Instalaciones y Servicios SA y Luvesa. Poco después, los problemas económicos de esta última empresa obligaban a asumir la obra en solitario a Cobra Instalaciones y Servicios SA, que comenzó los trabajos el 28 de octubre del 2009. En las últimas semanas, los agentes sociales mostraban su inquietud ante la suspensión de la obra, ignorando que ésta fue acordada al aflorar las deficiencias de la cimentación.
En octubre del 2008 los sindicatos UGT, CIG y CC.OO., junto a la patronal de Aeva (Asociación Empresarial de Valdeorras) se mudaron a la segunda planta del nuevo Consistorio barquense. El traslado tiene carácter temporal, en tanto no se les devuelven sus sedes, aunque pasan los meses y no ven llegada la fecha de regresar.
