Un vecino de O Barco, Daniel G.N., de 46 años, fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor de un delito de robo de seis baterías en vehículos, mayoritariamente camiones, cuando estaban estacionados en la vía pública.
La detención se produjo en la madrugada del pasado día 24 al sorprender su vehículo, un Seat Córdoba, estacionado en una parcela industrial en el Polígono de A Raña con cuatro baterías en el maletero.
Los agentes realizaron una revisión por la zona y comprobaron que el detenido ya había sustraído otras dos baterías de un camión hormigonera que estaba aparcado junto a la nave de la empresa Aglomerados y Construcciones Valdeorras (Acoval). El vehículo es propiedad de la citada empresa y presentaba numerosos daños, ocasionados para extraer las dos baterías.
La Guardia Civil intervino las seis baterías y trasladaron a Daniel G.N. en calidad de detenido al cuartel. Quedó en libertad tras prestar declaración en el Juzgado Mixto 2 de la villa, aunque como investigado como presunto autor de un delito de robo.
Sucesivos robos
La Guardia Civil llevaba tiempo siguiendo los pasos de este vecino de la villa ante los sucesivos robos (20 en dos meses) de baterías en camiones, retroexcavadoras y talleres de la villa.
Solo en la semana pasada fueron denunciadas tres sustracciones, que se registraron en vehículos cuando estaban estacionados en el barrio de O Treval y en la avenida de Portugal, ambos en O Barco.
A una de las víctimas, identificada como F.P.F., de 34 años, además de las baterías de su camión, también le sustrajeron gasóleo y dos minipalas que tenía estacionadas en una finca de su propiedad. Este robo se produjo el pasado día 18 y el botín aún está pendiente de ser cuantificado.
La oleada de robo comenzó a principios de verano en los camiones que estaban estacionados en la avenida del Bierzo y en las carreteras que enlazaban con la N-120, a la altura del municipio de Rubiá.
La Guardia Civil mantiene una investigación abierta con el objetivo de esclarecer cada uno de los robos. Las primeras hipótesis apuntan a que los delincuentes sustrajeron el botín para vender el material de plomo que contienen los acumuladores de energía.
