La Diputación busca fondos para el acceso a San Vicente

El vial, cuyo arreglo costaría 13 millones, sufrió un nuevo desprendimiento esta misma semana

El principal acceso a la aldea de San Vicente (Vilamartín de Valdeorras) vuelve a estar cerrado. Los desprendimientos registrados en las laderas sobre las que fue construida la infraestructura llevaron al personal de la Diputación provincial, organismo titular del vial, a colocar bloques de hormigón reforzando las vallas que horas antes habían llevado los propios vecinos. La inestabilidad del terreno provoca continuos repises y quienes se acercan al lugar pueden apreciar cómo grandes rocas ruedan hacia lo que queda del río Leira.

El problema no es de ahora. Fue hace casi tres décadas cuando aparecieron las primeras grietas sobre el asfalto de la OU-0807, que llevaron a los técnicos del organismo provincial a colocar las primeras señales prohibiendo la circulación, una señalización que los vecinos no siempre respetaron.

Un proyecto de 13 millones de euros

Esta circunstancia fue recordada desde la Diputación, donde explicaron que la colocación de bloques de hormigón busca impedir el paso de vehículos de forma “máis contundente”. También indicaron que continúa activo el servicio de taxi establecido para los vecinos y que en la otra carretera de acceso al pueblo, que evita que el pueblo esté incomunicado, lleva invertidos sobre 250.000 euros en los últimos años.

El pueblo de San Vicente, de 72 habitantes, siempre solicitó el relleno de la vaguada por cuyas laderas discurre la carretera como solución. El proyecto está finalizado, según aseguró la Diputación, que indicó que afrontar en solitario los 13 millones de euros de presupuesto dejaría sin plan de obras a la provincia varios años. Es por ello por lo que están buscando financiación en otras administraciones.

La alternativa provisional, descartada

Una posible alternativa, si bien provisional y dirigida a permitir el paso de vehículos de los servicios de Emerxencias, podría ser llevar el acceso por encima del tramo que está repisando. Esta opción, que están valorando los técnicos, fue presentada por el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, al presidente de la Diputación, Manuel Baltar.

Sin embargo, en el pueblo descartan esta posible solución y aseguran que si se hubiese construido también se vería afectada por los desprendimientos. “Non hai outra solución que o recheo”, afirmaron fuentes vecinales. De esta misma opinión es ahora el alcalde, quien explicó que sería factible “se non pasara o que pasou este mércores. Agora, non hai outra solución que empezar a traballar no val” y expuso que las expropiaciones deberían haber comenzado hace dos años. En vista de los desprendimientos, el regidor reunirá a los vecinos la semana próxima “e volveremos coas manifestacións”.

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