Los trabajadores se encontraron las puertas cerradas al acudir al trabajo

La dirección de una pizarrera impide a los trabajadores acceder a sus puestos

Los trabajadores ante la puertas cerradas de Ipisa, en A Medua.
Las posturas de empresa y trabajadores en el conflicto laboral de la pizarrera Iberoitaliana de Pizarras SA, con sede en A Medua (Carballeda), están cada vez más distantes. Este jueves, la dirección de la empresa comunicó a la plantilla que no abrirá las puertas del recinto industrial en tanto no sea desconvocada la huelga iniciada hace dos semanas para reclamar el abono de las tres pagas adeudadas. El viernes, los trabajadores se encontraron las puertas cerradas.
En el escrito remitido a los sindicatos, los directivos consideran que la vuelta al trabajo dos días, para después retomar la huelga hasta el 30 de julio, un día antes de las vacaciones, lo único que pretende es causar perjuicios a la empresa. Lo apuntó el secretario comarcal de la CIG, Adriano Brito, quien criticó esta decisión y afirmó que la empresa ‘busca prolongar a folga porque teñen pechada a venta dalgún activo’.

Este sindicalista apuntó que ‘o empresario lles dixo a varios traballadores que fosen pedir a rescisión ao Xulgado. Sospeitamos que queren vender unha concesión e reiniciar a actividade sin os traballadores antigos’, dijo Adriano Brito.

El jueves, mientras los trabajadores ‘empapelaban’ O Barco con carteles con los nombres de los empresarios de Iberoitaliana de Pizarras SA, el alcalde, Alfredo García, les comunicaba su intención de mediar en el conflicto laboral. El regidor se comprometió a gestionar una reunión entre la empresa, Xunta y trabajadores.

Este viernes, 24 de julio, los trabajadores se encontraron las puertas de la nave de A Medua cerradas cuando acudían al trabajo.

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