Empresarios valdeorreses del sector de la madera celebraron el Día Internacional de los Bosques en Rubiá. En este concello valdeorrés, tras asistir a una actividad divulgativa desarrollada en el colegio público Virxe do Camiño, analizaron la situación del sector. La cita fue organizada por la Federación Empresarial de Aserraderos y Rematantes de Madera de Galicia (Fearmaga), que agrupa a 350 empresas (el 75 % de las existentes en Galicia) y da empleo a 7.000 trabajadores. A ella acudió su presidente, José Elier Ojea Ureña, quien comentó varios problemas que acusa el sector, como son el parón de la obra nueva y la falta de mano de obra.
“Hay un bajón en consumo a nivel nacional. Después, a nivel particular, varía un poco de unos a otros. Hay quien está satisfecho y quien está más afectado por tener más clientes en el ámbito nacional”, dijo Elier Ojea. Esta diversidad se entiende por tratarse de un sector formado por pymes y micropymes. En todo caso, comentó que los empresarios están a la espera de que el mercado se anime durante la primavera.
Vivienda nueva
El presidente de Fearmaga explicó que “la construcción de vivienda nueva está muy parada y para nosotros es un elemento fundamental”. Añadió que hay perspectivas de mejoría aunque habrá que esperar a que se cumplan. A esta incertidumbre hay que añadir los problemas financieros que viven Portugal y Francia, principales destinatarios del producto gallego, los cuales no hacen sino lastrar las ventas en los mercados exteriores.
Así las cosas, el sector centra su actividad en la rehabilitación de viviendas. “Si no fuera por esa rehabilitación, estaríamos mucho peor. Es un estímulo. No hay obra nueva y mucha gente se agarra a la rehabilitación”, comentó el presidente.
Además, corroboró la escasez de trabajadores. “Como en casi todos los sectores de las primeras transformaciones, existe un déficit importante de trabajadores, incluso organizando cursos de formación”, dijo Ojea. Fue más lejos al explicar que “hay empresarios que estarían dispuestos a ampliar la producción o las instalaciones y tienen que pensar si van a contar con trabajadores”. Otro factor es la inestabilidad de los empleados, quienes “aprenden tres meses y se van a otra empresa”, comentó.
