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El estado de los túneles de la N-120 hace temer otro cierre

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photo_camera Boca del túnel del Estrecho, en las proximidades del pueblo de Covas.

En el de Covas aparecieron grietas y cae gran cantidad de agua por sus laterales cuando llueve

El estado de conservación de los túneles de la carretera N-120, en el tramo situado en el límite de las provincias de León y Ourense, preocupa en el Concello leonés de Sobrado. Su alcalde, el popular Constantino Valle González, refiriéndose especialmente al de Covas, afirmó que tiene grietas y también que las deficiencias existentes en su interior "pueden provocar la caída de baldosines sobre la calzada".

Las grietas no son la única preocupación que genera el Covas, la gran cantidad de agua que cae por sus laterales cuando llueve llevó al regidor leonés a plantear que "tiene que haber medio río por la ladera". Esta situación llevó a Constantino Valle a mostrar su temor a que la vía de comunicación que comunica la Meseta con Galicia tenga que cerrarse al tráfico.

En la comarca de Valdeorras, la preocupación se centra en el hundimiento de la calzada en las inmediaciones del pueblo de Covas. Un punto que volvió a ser parcheado en los últimos días pero que, con total seguridad, cederá de nuevo. El presidente de Conductores Asociados de Valdeorras (Coasva), Joaquín Tato Vidal, comentó haber recibido informaciones de chóferes acerca del mal estado del firme antes del último parcheo.

El problema es complejo, pues parte de la base de una ladera que los técnicos que la estudiaron consideran "inestable", según comentó ayer el presidente de la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), Javier Rodríguez Paradelo. "La montaña se mueve bastante", dijo.

La carretera N-120 fue construida en la zona media, estando situadas las casas de Covas en su parte inferior, y el agua de las filtraciones agrava la inestabilidad, aun a pesar de los numerosos drenes y pozos construidos para eliminarla.

Así las cosas, la inquietud del alcalde del vecino Concello leonés de Sobrado y en numerosos ámbitos de Valdeoras está justificada. No sería la primera vez que este tramo de la principal vía de comunicación de Valdeorras es cerrado al tráfico por los problemas detectados en un túnel. Los conductores debieron utilizar una carretera de escaso ancho y poblada de curvas entre septiembre y diciembre de 2012. Durante ese tiempo, el tráfico fue desviado hacia la carretera N-536, con el cuantioso coste que tuvo para el sector del transporte.

El proyecto de la A-76 en la zona, próximo a licitar

En febrero de 2014, los presidentes de AEVA y de la delegación berciana del Círculo Empresarial Leonés, junto con los que en esos momentos ocupaban las alcaldías de O Barco, Monforte y Ponferrada, firmaron una carta de la Plataforma Pro Autovía A-76, dirigida al Ministerio de Fomento. En ella solicitaban que el organismo que dirige Ana Pastor priorizase la construcción del tramo de los tres túneles (Covas, el Estrecho y la Barosa) debido a los "problemas de seguridad" de la carretera N-120, propiciados por la "inestabilidad" de la ladera. La adjudicación de la redacción del proyecto correspondiente es cosa de horas, según apuntó el regidor de Sobrado, Constantino Valle, quien urgió el inicio de las obras de la autovía.

El tramo Requejo (León)-A Veiga de Cascallá (Rubiá), donde están ubicados los túneles, es el más caro de los primeros que promovió el Ministerio de Fomento. Con una longitud de 10,7 kilómetros, su coste fue estimado en 223 millones. Esta inversión supera con creces los 35,26 y 26,35 millones de euros estimados para las obras de los proyectos que ya se están redactando y que deberían estar listos antes de finalizar junio. Son los de Villamartín de la Abadía-Requejo y A Veiga de Cascallá-O Barco, de 7,6 y 8,4 kilómetros, respectivamente.

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