Las canteras cerraron 2011 comercializando 508.267 toneladas, un 0,4% más que en 2010

La exportación de pizarra se estancó durante el último año

Un camión transporta una partida de pizarra por la carretera N-120, en Valdeorras. (Foto: LUIS BLANCO)
Las productoras de pizarra cerraron 2011 con 508.267 toneladas exportadas, apenas un 0,4% por encima de las 506.002 del ejercicio anterior. Sin embargo, los datos de las canteras gallegas y castellano-leonesas aún siguen lejos de las 666.364 toneladas exportadas en 2007, año en que hizo su aparición la crisis económica.
El aumento del volumen de pizarra exportado se tradujo en un incremento del 3,8% en la facturación, que superó los 273,86 millones de euros. Estos datos repercutieron en un alza del 3,3% en el precio medio de la tonelada, que se situó en 539 euros por tonelada.

Buena parte de la culpa del estancamiento de la exportación la tiene Francia. El país que encabeza la relación de importadores compró un 1,6% menos que en 2010, o lo que es lo mismo, 231.766 toneladas. La construcción del Reino Unido tampoco marcha demasiado bien. Hacia esta isla, segundo cliente de las canteras, viajaron 104.754 toneladas, un 8,6% menos que en 2010. La situación es totalmente opuesta en Alemania, que aumentó sus pedidos en un 12,8%, alcanzando las 99.501 toneladas.


VALORACIONES

Con estos datos en la mano, los empresarios se muestran reacios a pronosticar la evolución de los mercados a lo largo de 2012. 'Es difícil un pronóstico. El año pasado empezamos muy bien y después bajaron las exportaciones', dijeron fuentes empresariales. Sí hay unanimidad en que la ola de frío que acusó la Unión Europea en febrero también congeló los mercados de la pizarra. 'Houbo temperaturas de 22 grados baixo cero. Os colocadores de louxa non traballaron nada no exterior', dijeron las mismas fuentes de la patronal. En Francia, los importadores de Francia se enfrentan a un segundo inconveniente. En el año 2012, los franceses elegirán presidente y los ejercicios que coinciden con las elecciones generales suelen llevar consigo descensos en las subvenciones y en la obra pública.

A pesar de todo, los empresarios confían en mantener unas plantillas que bajaron de 2.405 a 1.955 trabajadores en los últimos cuatro años. Estas cifras corresponden a los censos de las dos últimas elecciones sindicales de las canteras ourensanas.

'Salvo algún caso puntual, el empleo se está manteniendo', dijo el secretario comarcal de UGT, José Paradelo. Eso sí, lamentó que 'no hay contrataciones y las plantillas están muy ajustadas', situación que confía en que variará.

Un problema que preocupa a los pizarristas es el de la imparable suba de los combustibles. Al coste que conlleva el enorme volumen que consumen las máquinas de las canteras se le añade el del transporte hasta los importadores extranjeros. El precio del gasoil aumentó un 18,2% entre octubre de 2010 y diciembre de 2011. Este encarecimiento ya provocó el cierre de alguna empresa de transportes . 'Os retornos do estranxeiro están por debaixo dos precios do gasoil. Habería que subir moito os precios e moitos xa non queren saír', dijo Felipe Rodríguez, vocal de los transportistas en la Asociación Empresarial de Valdeorras.

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