Que no es falta de producto, sino baja demanda, ya lo apuntaban en octubre las fuentes pizarristas que hoy ven cómo las estadísticas de exportación de su producto, referidas a los nueve primeros meses del año, siguen frenándose. “La verdad es que los almacenes no están subiendo de forma significativa, la producción no va a más, pero la demanda tampoco”, apuntaron esas mismas fuentes del sector, que analizan la situación como “una entrada de la exportación en una fase de cierto equilibrio entre producción y ventas pero con menos volumen del que nos gustaría, en general”.
A pesar de que las cuantías económicas derivadas de las exportaciones de las canteras de pizarra españolas han subido en un 2,1% interanual, las toneladas de producto exportado siguen bajando en el mes de septiembre de este año en un 9,6%, con respecto al material exportado en septiembre de 2022. En números, de las 369.448 toneladas registradas en el mes de septiembre del año 2022, la cifra se reduce a 333.984 toneladas en el mismo mes de este año. Y mientras la demanda de producto se frena, los ingresos se mantienen en positivo con escasa diferencia a lo que acontecía hace un año por estas fechas. De los más de 282 millones de euros en 2022, la cifra se mantiene en positivo con más de 288 millones en 2023, un 2’1% más.
Por primera vez se advierte en Francia, el país que más pizarra consume, un estancamiento en la importación de nuestra piedra, e incluso encontramos el dato negativo con un -1% con respecto a los nueve primeros meses de 2022. Bélgica y Alemania siguen a la baja, esta última porque “la obra nueva sigue congelada, la mayoría de lo que se vende es para restauración”, explicaron desde el sector.
