Los vecinos claman contra la Xunta, que abandonó la promoción y el mantenimiento del entorno

La falta de inversión agosta el parque natural de A Lastra

Vecinos de Biobra, en una calle del pueblo.
El abandono del Parque Natural Serra da Enciña da Lastra, el único de Valdeorras, preocupa y enfada a los vecinos de Biobra (Rubiá). La Xunta lo creó en 2002, año en el que también aprobó el plan de ordenación de los recursos naturales, abordando seguidamente la construcción que sirve de oficina y centro de visitantes. Con su apertura se disparó el número de visitantes llegados al pueblo. Pero el éxito fue efímero y tras el bum de los primeros meses, la Administración pareció olvidarse de su existencia.
La ausencia de campañas de promoción y la inexistencia de servicios lo relegaron a un segundo plano en el orden de prioridades de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras. En la actualidad, el servicio de información sólo abre en las mañanas de cuatro días a la semana (jueves, viernes, sábado y domingo) y la presencia de visitantes comienza a ser una excepción, no superando una media de seis diarios. Buena parte de ellos acuden para preparar exámenes relacionados con el entorno natural y llegan en turismos pues los autobuses escolares hace mucho tiempo que no se ven en el pueblo. Según el oficial que dirige la oficina, José Antonio Fernández, en los últimos dos años, apenas un par de transportes de colegiales recorrió las calles de Biobra.

El espacio que rodea la oficina lo adecenta su responsable. Éste es el único lugar que escapa de las imágenes de abandono que ofrece el espacio natural. Comenzando con el deteriorado letrero que anuncia su existencia a un lado de la carretera N-120 y por la deficiente señalización del acceso a la oficina, la desidia de la Administración permitió la aparición de grandes grietas y pizarras sueltas en la senda que bordea el centro de visitantes. A su vez, la maleza comenzó a invadir muchos caminos y la suciedad se adueñó de las áreas recreativas.

En su día, la aprobación del parque natural despertó el entusiasmo de los vecinos de Biobra. Actualmente, la falta de apoyo de una Administración autonómica que prioriza otros espacios naturales, como el del Xurés, provocó el enfado de la mayoría. Son conscientes de que los visitantes son escasos y de que, ahora, el pueblo debe solicitar permisos para muchas actividades que antes realizaban libremente, como la recogida de leña, el senderismo o la espeleología.

A la falta de promoción y ausencia de un mínimo mantenimiento los vecinos suman la ausencia de inversiones en nuevos servicios, ahora tan necesarios casi como el propio entorno. En este capítulo, apuntan la inexistencia de un guía para informar a los visitantes o de zona wifi para acceder a internet.

El alcalde de Rubiá, el popular Elías Rodríguez, lamentó que en el Concello sólo funcionen dos restaurantes, lo que impide retener a los visitantes. A su vez, la socialista Raquel Méndez afirmó que 'o parque está abandoado de todo. Non hai ningunha promoción e moitas sinais están rotas'.

BLAS LÓPEZ
'O parque natural trouxo poucos beneficios ao pobo. Turistas cada vez veñen menos, nin siquera limpan os camiños e agora hai que pedir permiso para recoller leña'.

JOSÉ CEREJIDO
'Ao meu xuizo, o parque nin beneficiou, nin perxudicou ao pobo. Agora, no pobo hai pouca xente e tamén ven pouco turista. Cando o abriron si veu moita xente'.

IRIA FERNÁNDEZ
'Al principio, el parque natural fue beneficioso. El pueblo fue uno de sus promotores, pero ahora está abandonado. Un autobús ni siquiera puede entrar'.

MARCOS FERNÁNDEZ
'É unha pena que o parque esté neste estado. Se botan en falta medidas para adecentalo e protexelo dos lumes. No pasado verán houbo que desaloxar un pobo'.

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