La gran mayoría de los positivos en COVID-19 fallecidos en el Hospital Público Valdeorras procedían de la residencia para la tercera edad de la Fundación Nuestra Señora de Fátima, en O Barco de Valdeorras. De este establecimiento salieron 13 de las 16 personas que fallecieron en el centro hospitalario, según el dato que apuntó la directora del distrito sanitario, Margarita Rodríguez. "Si no hubiera sido por eso, lo hubiéramos llevado muy bien", explicó la doctora y coordinadora del área de Urxencias, María Jesús Gurriarán.
Fueron 289 los pacientes que acudieron a Urgencias con patologías compatibles con el coronavirus, recibiendo el alta 127, tanto para confinarse en casa, como porque no tenían nada. Los ingresos en planta subieron a 162, mientras que las altas de hospitalización quedaron en 75 y hubo 12 reingresos. Finalmente, otros 13 pacientes fueron trasladados al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).
Los datos fueron ofrecidos por la directora y la coordinadora del área de Urxencias, una vez finalizada la reunión del comité clínico de seguimiento de la pandemia. Sus integrantes, los trabajadores del Hospital y la propia doctora María Jesús Gurriarán recibieron el agradecimiento de la directora, Margarita Rodríguez: "Trabajaron con paciencia y serenidad".
El estado anímico del Hospital ya no es el mismo que cuando comenzó la crisis sanitaria. "Supuso un estrés tremendo, ahora la atención de un 'covid' es como una apendicitis", explicó Gurriarán. Esta normalidad permitirá que el lunes comience a retomar "con prudencia" el funcionamiento normal. Tal es así que el 4 de mayo se retomarán las operaciones, suspendidas durante la crisis.
Este regreso a cierta normalidad no supone bajar la guardia. "Todo sigue en pie. Decidimos no retirar nada por si hay un rebrote", confirmó María Jesús Gurriarán.