Vilamartín de Valdeorras no deja de sorprender a quien lo conoce, y comer en estar tierras siempre es un acierto combinado con sus grandes vinos y el descanso que ofrecen sus hospedajes. El Hotel Calzada, que abrió sus puertas en 2015 en Arcos, es un verdadero tesoro de hospitalidad y encanto. Este establecimiento, a pesar de ser pequeño, se enorgullece de ofrecer un trato personalizado que hace que los huéspedes se sientan como en su propia casa desde el momento en que cruzan sus puertas. La elegancia se combina con la calidez en una decoración cuidadosamente pensada, en la que la madera y el cristal se entrelazan en una armonía perfecta. Distribuido en dos plantas, el hotel ofrece 10 habitaciones, tanto individuales como dobles. Cada habitación está decorada de manera única y equipada con un toque moderno, lo que garantiza una estancia cómoda y acogedora para cada huésped.
Otro lugar destacado es el Paladium. Este restaurante es mucho más que un simple lugar para comer; se trata de un rincón donde el descanso se mezcla con la belleza de la naturaleza. Desde su apertura en 1985, este negocio familiar se ha convertido en un referente gastronómico en la comarca y más allá, conquistando a comensales de comarcas circundantes. Durante la última década, Jennifer Álvarez ha estado al frente de la gerencia, y con pasión y dedicación, ha llevado al Paladium a nuevas cotas. Su especialidad son los grandes eventos, pero también abre sus puertas para comidas más íntimas. Los salones del restaurante tienen una capacidad excepcional, pudiendo acomodar hasta 600 personas. El Paladium es conocido por su especialidad en cabrito y vieiras.
Hotel A Lastra
El Restaurante A Lastra en Vilamartín es un lugar especial donde se fusiona la tradición y la autenticidad. Desde 1989, este negocio familiar ha mantenido su esencia gracias a Clemente Ferrer, quien se encarga de asegurar que cada visita sea inolvidable dando más de 115 comidas y 25 cenas diarias.
El restaurante cuenta con dos comedores, separados por una impresionante chimenea de diseño a doble cara y permite acoger todo tipo de celebraciones y eventos, con un aforo para 170 personas.
El punto clave del Restaurante A Lastra en Vilamartín es su cocina tradicional y artesanal, como la que se sirve en casa. Entre todos los platos de su suculento menú del día, destaca la pata de cordero y el cocido, auténticas delicias que harán las delicias de los comensales más exigentes.
Además, A Lastra también cuenta con cómodo hospedaje, lugar ideal para hacer una parada quienes se encuentren en el Camino de Invierno.
