El incendio forestal iniciado a la una de la tarde del pasado sábado arrasó unas 465 hectáreas de monte en Manzaneda. La Consellería do Medio Rural e do Mar anunció que el fuego fue controlado cerca de las ocho de la tarde, siendo extinguido todavía ayer, también por la tarde, con ayuda de la lluvia. La Xunta anunció que la mayor parte de la superficie quemada, 456 hectáreas, es monte bajo de la parroquia de Cesuris. No obstante, también ardieron nueve hectáreas de castaños y robles.
El despliegue que el sábado realizó la Consellería fue grande, pues participaron un técnico, 14 agentes forestales, 37 brigadas, 10 motobombas, tres palas, 10 helicópteros y ocho aviones. Ayer continuaron los trabajos de extinción de los últimos focos. En estas labores participaron dos helicópteros, uno de ellos procedente de la base de O Barco. Los pilotos afrontaron el fuerte temporal de viento, que en Cabeza Grande de Manzaneda alcanzó ráfagas que superaron los 112 kilómetros por hora, según Meteogalicia. Todo lo contrario sucedió en San Xoán de Río, donde el helicóptero permaneció inoperativo ante el peligro de volar.
La posibilidad de que el incendio de Cesuris fuese intencionado no es descartada en Manzaneda. De ser así, quien lo provocó sabía que quemaría una gran extensión de terreno debido al fuerte viento, según dijeron fuentes vecinales, que mostraron su temor a que la posibilidad de pastorear en zonas quemadas por grandes fuegos forestales pueda hacer que proliferen, entre otras circunstancias.
La posibilidad de que el incendio de Cesuris fuese intencionado no es descartada en Manzaneda. De ser así, quien lo provocó sabía que quemaría una gran extensión de terreno debido al fuerte viento, según dijeron fuentes vecinales, que mostraron su temor a que la posibilidad de pastorear en zonas quemadas por grandes fuegos forestales pueda hacer que proliferen, entre otras circunstancias.
