La secretaria de Trives se negaba a reunirse con los ediles de ATI alegando ‘grave perigo’ para su salud

Los Independientes le provocan hipertensión

Un informe del fiscal, referido al recurso de la oposición trivesa para evitar el archivo de su denuncia contra la secretaria, es el último capítulo de un desencuentro que comenzó cuando el concejal Francisco José Fernández lideraba las reivindicaciones del trazado de la A-76. Las desaveniencias fueron tales que la funcionaria llegó a negarse a mantener una reunión en solitario con el alcalde en funciones, cuando gobernaban los Independientes, alegando que la cita “pon en grave perigo a miña saúde e integridade”.
“Esta secretaría considera que está sendo tratada con deslealdade, falta de respecto institucional e que é perseguida e vexada, poñéndose permanentemente en dúbida a súa profesionalidade”. Esta afirmación la realizó la secretaria municipal de Trives, Milagros Calvo, y la incluyó en un escrito del 14 de mayo. Fue dirigido al concejal de la Agrupación Trivesa Independiente (ATI) Domingo Diéguez. Por aquel entonces los independientes gobernaban el Concello y el destinatario del documento ejercía de alcalde en funciones.

En el documento, la funcionaria rechazaba reunirse con el concejal, “sen a presenza de persoal da miña confianza ou doutros membros da Corporación, e menos dada a ausencia do alcalde-presidente”. Afirmaba además haber despachado con el regidor “tódolos asuntos ata a súa reincorporación” y finalizaba argumentando que asistir a la reunión “pon en grave perigo a miña saúde e integridade, dado o estado de tensión que se me xenera”.

Este escrito era una vuelta de tuerca más en unas desavenencias cuyo origen hay que buscarlo en el inicio de la movilización vecinal para reclamar el trazado trivés de la autovía A-76 Ponferrada-Ourense, hace de ello en la actualidad 20 meses. En esos momentos, Francisco José Fernández presidía la Asociación de Empresarios de Trives, colectivo que jugó un papel fundamental en la campaña reivindicativa.

La primera protesta tuvo forma de manifestación y cientos de vecinos recorrieron el centro de Trives para reclamar la A-76. Finalizó con una concentración ante el Consistorio, donde el ahora portavoz del grupo municipal independiente leía un escrito. Antes, la secretaria había solicitado realizar esta lectura, pero su oferta no fue aceptada. Ese momento abrió una herida que se fue agrandando con el paso de los meses, según fuentes consultadas.

En ese contexto se produjo la revocación del nombramiento de su marido y gerente de la Fundación Comarcal Terras de Trives, José Vicente Cid, como portavoz de las asociaciones trivesas en la Plataforma pro A-76. Los representantes de los colectivos locales tomaron esta decisión al estimar que la estaba politizando. Posteriormente, citado para ofrecera las explicaciones oportunas, en su lugar acudía su esposa, lo que le valió el reproche de los asistentes.

Las últimas elecciones municipales llevaron a Francisco José Fernández a la alcaldía, con el apoyo de los entonces concejales del PSOE y ahora en el grupo de no adscritos. El 16 de junio del 2007, el candidato de ATI tomaba posesión, iniciando una complicada relación laboral con la secretaria municipal. Durante el año que se mantuvo como alcalde, se quejó de los innumerables problemas y trabas que sufrió en su gestión.

Su enfrentamiento con la secretaria continúa pese a que el apoyo de los dos candidatos del PSOE al PP devolvieran la alcaldía, con la moción de censura del pasado 30 de junio.


Una deuda arrastrada por falta de una firma

Antes de ceder la alcaldía al “popular” Luis Álvarez, el independiente Francisco José Fernández acordaba dejar pagadas las facturas correspondientes a su gestión como alcalde. Dictó un decreto en este sentido, firmando también la orden de pago. Pero precisaba la rúbrica de la secretaria, quien rechazó estamparla, consiguiendo que la deuda municipal siga intacta tres meses después. “¡Si quiere dar el paso, que lo dé y que se presente para alcaldesa!”, se queja el edil de ATI.

Ahora, confía en que prospere la denuncia que, con los otros cuatro ediles de la oposición, formuló contra la funcionaria. Le atribuyen los posibles delitos de injurias y contra el honor, pues estiman que Milagros Calvo aludía a ellos cuando criticó a los autores de un escrito con amenazas contra ella y su marido.

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