SANCIÓN

Multa a Vilamartín por tener árboles al lado de un vial

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photo_camera La carretera de acceso a Correxais (Vilamartín), flanqueada de pinos.

Crecen en fincas privadas que lindan con la carretera de acceso a la localidad de Correxais

La proximidad de 80 pinos a la carretera de acceso al pueblo de Correxais (Vilamartín) llevó al Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil a multar al Concello con 300 euros. La sanción fue anunciada ayer por el alcalde socialista, Enrique Álvarez Barreiro, quien explicó que los árboles crecen en fincas particulares.

Es precisamente esta ubicación en terrenos privados lo que causa sorpresa al regidor vilamartinés. "Entendo que quen comete a infracción é o propietario e se castiga a todos os veciños pois algúns impostos irá a pagar isto", dijo Enrique Álvarez.

Vilamartín posee una normativa que obliga a limpiar las fincas. Data de 2010, cuando la Alcaldía era ocupada por la popular María Jesusa Candal, y Vilamartín advierte periódicamente de su obligado cumplimiento. Entre otras disposiciones establece que los árboles no pueden estar a menos de 5 metros de una carretera o de 10 si su tamaño puede volverlos peligrosos para el tráfico.

"Todos os anos poñemos o bando referido a limpeza das fincas. Adevertimos das multas e a xente o sabe", insistió el alcalde. Afirmó ser consciente de la necesidad de mantener limpias las fincas, pero también de la imposibilidad de ir casa por casa informando a cada propietario de que debe limpiar sus terrenos.

Son demasiadas las fincas que tienen árboles creciendo al lado de carreteras y no solo en el pueblo de Correxais ni únicamente en el Concello vilamartinés. En este caso la infraestructura es de titularidad municipal, pero también las hay que pertenecen a otros organismos y que están en la misma situación. Pese a ello, no son sancionados. Esto sucede con la carretera que comunica Valdegodos con Córgomo, que pertenece a la Deputación Provincial y a cuyas orillas crecen cientos de pinos. Esta infraestructura es, incluso, más peligrosa que la de Correxais, como demostró la caída de un enorme árbol sobre un turismo, ocurrida hace meses y sin daños personales.

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