El Concello inicia una campaña para controlar la población de estas aves
La población de palomas de la villa de O Barco se está convirtiendo en un problema endémico para el Concello. Hace un lustro, una jaula colocada en el exterior de la Casa Consistorial ya había conseguido atrapar a varias decenas de aves, en una actuación que volverá a repetirse en los próximos días. Esta vez será en el casco antiguo, en las inmediaciones de la Praza das Airas y las calles Real y San Roque.
El anuncio lo realizó la edil de Medio Ambiente, Diana Urdangaray. Explicó que la captura será contratada a una empresa y que el procedimiento será muy similar al empleado hace cinco años, consistiendo en la colocación de una jaula con un palomo en su interior. Este atraerá a las aves, que no podrán escapar.
La Concellaría de Medio Ambiente ya maneja un lugar para colocar la jaula. Fue puesto a su disposición por el vecino que dio la voz de alarma ante el elevado número de aves.
Urdangaray considera que la medida seguirá sin ser la solución definitiva al problema, teniendo en cuenta la gran movilidad de las aves, que en los últimos años han generado problemas en varios barrios de la villa. Y es que si la primera vez que el Concello se vio obligado a intervenir en la Praza do Concello, colocando la jaula en la propia Casa Consistorial, a continuación las quejas llegaron desde otros lugares del centro de la villa, como las avenidas de Manuel Quiroga y Eulogio Fernández o la Rúa de Álvaro Cunqueiro. La gravedad del problema llegó hasta el punto de que los técnicos municipales abrieron dos expedientes sancionadores a los propietarios de sendas viviendas deshabitadas, en cuyo interior anidaban las aves, tras acceder por los huecos abiertos al exterior.
Los excrementos de estas bandadas llegan a convertirse en un problema de sanidad pública que el Concello pretende atajar.
