La pérdida de portes castiga a transportistas de la pizarra

El transporte por carretera no atraviesa su mejor momento, los viajes se reducen y sus consecuencias las sufren otros sectores, como el pizarrero. Fuentes empresariales de la pizarra aludieron al problema de los portes como una de las principales trabas para aumentar unas exportaciones que, de por sí, no son nada malas, con 286 millones de euros facturados y 435.179 toneladas vendidas en el exterior entre enero y octubre de 2021, correspondiendo a Galicia aproximadamente el 60% del total. “No hay retornos. Se quedó mercancía por falta de transporte”, comentan fuentes de los pizarristas. Esta situación fue confirmada por Alberto Vila González, gerente de la Asociación de Empresarios de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (Apetamcor). “Temos constancia de retornos complicados”, comenta. El portavoz de los transportistas gallegos explica que “a rendabilidade do camión depende da ida e tamén da volta. Hai certos destinos onde a xente ten problemas para os retornos”, comenta Alberto Vila. Esta situación propició que algunas empresas de producción de pizarra recurran al ferrocarril para enviar sus pedidos al puerto de Santander, donde encontrar retornos se vuelve una tarea extremadamente difícil. En Apetamcor atribuyen estos problemas a la pandemia del covid-19. “Hai actividades afectadas e algunhas empresas de transporte conservan os clientes pero outras non”, explica su gerente. Añade que, ante la situación actual, los transportistas deben, “antes de coller unha viaxe, verificar que hai retorno”. Más problemas: mayores costes y condiciones de trabajo duras El problema de encontrar retornos no es el único de un sector del transporte que en la provincia reúne a aproximadamente 750 empresas y unos 3.000 vehículos, entre camiones pesados y ligeros. Buena parte de ellos, en torno a 600, o lo que es lo mismo un 20% del total, están en la comarca valdeorresa. El encarecimiento del gasoil o los neumáticos son otros factores que entorpecen la labor de una actividad vital para la economía, no solo valdeorresa, sino provincial. A ellos se suman las dificultades para encontrar conductores con una mínima cualificación. Las condiciones del trabajo son duras, especialmente en tiempos de pandemia como los actuales. Esta circunstancia desanima a los futuros profesionales del volante. “Non é unha profesión atractiva para a mocidade”, comenta Vila, para seguidamente exclamar: “¡Aguantamos como podemos!”. “A situación está moi crítica”, comentaba recientemente Joaquín Tato Vidal, presidente de Chóferes Asociados de Valdeorras (Coasva), antes de destacar la brusca caída de la facturación: “Case un 50 %”. El problema es que no se vislumbra una salida por la situación cambiante de la economía.