El sello que ratifica la apuesta por la sostenibilidad y la transparencia ambiental de la actividad que desarrollan las empresas del sector de la pizarra continuará vigente hasta el próximo año 2026. Lo anunció ayer el Clúster da Pizarra, cuyo presidente valoró favorablemente los siete meses transcurridos la consecución de la Declaración Ambiental de Producto (DAP). Víctor Cobo afirmó en este sentido que el balance de este periodo inicial fue “ampliamente satisfactorio”.
Para que las productoras de pizarra pudiesen obtener la Declaración Ambiental de Producto fueron necesarios los numerosos análisis de datos y parámetros que DAPcons realizó en 25 empresas del sector. Más recientemente, los empresarios pusieron en valor el sello durante la visita a la cuenca pizarrera del vicepresidente primero de la Xunta y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, un departamento que se convirtió en un “aliado clave” de las empresas en la consecución de la citada garantía.
El director xeral de Planificación Enerxética e Recursos Naturais, Pablo Fernández, se pronunció acerca de la renovación del sello de calidad, indicando que viene a demostrar el interés de esta industria en favorecer la transparencia del producto que elabora, constituyendo al mismo tiempo una muestra de su compromiso con la política de minería sostenible que promueve el Ejecutivo gallego.
La consecución de la citada certificación de transparencia ambiental fue posible gracias al estudio de la pizarra que producen las canteras, tales como su durabilidad y sostenibilidad, las emisiones generadas en el proceso de producción, el consumo de energía y agua o la eliminación de los residuos, entre otros parámetros analizados.
Asimismo, los estudios realizados incluyeron el desarrollo de un análisis del ciclo de vida y la duración de la pizarra que produce el sector, que fuentes del mismo describieron como “de la cuna a la tumba”. Todos estos estudios permitieron alcanzar la conclusión de que esta piedra “es un producto muy sostenible”.
La pizarra presume de "eco-etiqueta"
La Declaración Ambiental de Producto (DAP) aporta información cuantitativa del impacto ambiental de cualquier producto, a lo largo de su ciclo de vida, denominación del periodo que contempla desde la etapa de extracción y procesado de las materias primas, el transporte y distribución, uso, reutilizacion y reciclado al final de su vida útil. Este tipo de certificación también es denominada “Eco-etiqueta” tipo III e identifica los valores del artículo buscando ofrecer una imagen de carácter ambiental y reflejar las emisiones de CO2, el coste energético o el consumo de agua. También es vinculada con el concepto de la “huella de carbono” del producto, un indicador ambiental que refleja los gases de efecto invernadero emitidos.
Estas Declaraciones Ambientales de Producto son realizadas conforme a la Norma Internacional ISO 14025, que recoge las exigencias que deben reunir, incluida su verificación por una entidad externa e independiente del fabricante, que deberá estar homologada. También existen las DAP sectoriales, como es el caso de la que consiguió el sector de la pizarra. Estas muestran los valores medios de un producto que reúne unas características funcionales muy similares.
