El alcalde de O Barco confía en evitar la retirada del relleno en la ampliación del polígono empresarial
Son muchas las toneladas de escombros, buena parte de ellos, procedentes de las productoras de pizarra, depositados en la ampliación del parque empresarial de A Raña. Demasiadas para que sobre ellas pese la amenaza del Plan Hidrológico 2015-2021 y la posibilidad de que tengan que ser retiradas debido a su proximidad al río Sil.
Este problema se suma a la paralización de los proyectos de relleno de la cuarta y quinta fases del polígono industrial de O Barco, con un total de aproximadamente 70.000 metros cuadrados del suelo industrial propiedad del Instituto Galego de Vivenda e Solo.
Esta entidad contrató un estudio para analizar "en qué medida se puede corregir", según explicó ayer el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez. "Estamos estudiando cuánto suelo industrial queda", añadió el regidor.
En todo caso, el parón acusado por la venta de parcelas de suelo industrial obligó a anteponer la resolución del problema surgido en el entorno del arroyo Mariñán, donde el Concello proyectó la construcción de una rotonda, iniciativa que está retrasando su ejecución. Aquí sí está previsto el establecimiento de empresas. Fuentes empresariales apuntaron que serán dos grandes superficies las que otras tantas empresas comenzarán a construir una vez resueltos los escollos que plantea la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. El alcalde explicó que en las próximas semanas, una vez resueltas las trabas planteadas al diseño de la zona próxima al arroyo Mariñán, los técnicos se pondrán a trabajar en el suelo empresarial.
La elevación del suelo del parque empresarial con materiales de relleno pretende evitar el peligro que supondrían para las instalaciones industriales las posibles crecidas del río Sil. Esta solución no aparece contemplada en las directrices que la Confederación Hidrográfica establece para mantener el denominado "flujo preferente". Circunstancia que obligará a su revisión para seguir desarrollando el suelo industrial barquense.
Piedras de gran tamaño impiden acceder al lugar
Varias piedras de gran tamaño cierran el paso a la gran extensión acondicionada arrojando cientos de toneladas de materiales de desecho, en su mayoría restos de pizarra. A su vez, dos carteles informan de la prohibición de arrojar basura y escombras. Advierten de que la sanción puede variar entre los 901 y los 45.000 euros, según la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados.
La paralización de las fases cuarta y quinta del proyecto del parque empresarial barquense llevó al Concello a plantear la posibilidad del terreno que había asignado Xestur-Ourense a la construcción de viviendas sociales, una actuación que parece descartada actualmente.
La superficie de terreno que había sido asignada a la construcción de las citadas viviendas supera los 100.000 metros cuadrados, superando incluso los 70.000 que en estos momentos están paralizados y que podrían no ser desarrollados nunca, según las directrices del Plan Hidrológico 2015-2021, diseñado para "conseguir el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico".
